Vivienda aprueba las demoliciones para levantar el nuevo barrio de Campamento en Madrid por 4,6 millones de euros

El Consejo de Administración de Sepes aprueba la licitación para comenzar las obras, con el objetivo de que las máquinas no salgan de los terrenos hasta que no se haya terminado la operación Las claves de la Operación Campamento y cómo el Ministerio de Vivienda busca “hacer barrio y no solo casas” La Operación Campamento es una vieja conocida en Madrid. El desarrollo urbanístico lleva desfilando por despachos y administraciones durante casi tres décadas, pero el acuerdo entre el Ministerio de Vivienda y el Ayuntamiento de Madrid, el pasado mes de septiembre, para desbloquear la situación dará vía libre a la construcción de 10.700 pisos sobre unos antiguos terrenos militares, que pertenecían al Defensa. Este lunes, el Consejo de Administración de Sepes, la entidad pública del suelo, ha aprobado la licitación para las obras de demolición de algunas de las edificaciones sin uso en los terrenos sobre los que se levantará el nuevo barrio. El contrato, que se publicará estos días en la Plataforma de Contratación del Sector Público, tiene un valor de 4,66 millones de euros. A la espera de la empresa adjudicataria, las tareas por delante incluyen la demolición de 37 naves en desuso, destinadas a almacenamiento, labores logísticas de acuartelamiento o para los soldados; 10 garitas de vigilancia; y 10 cerramientos que delimitan el perímetro del recinto anterior. Algunas edificaciones se conservarán, por su valor arquitectónico o por estar protegidas, como el Cuartel Alfonso XII o la Torre de Tiro del Polígono Experiencias, que se levantó en 1870. La idea es que estos edificios sirvan para usos dotacionales del futuro barrio, que se construirá en tres fases y que incluirá el soterramiento de la A5. El objetivo de Sepes, la empresa pública adscrita al Ministerio de Vivienda sobre la que el Gobierno quiere vertebrar la nueva empresa pública con capacidad para promover y construir vivienda, es que los trabajos de demolición comiencen cuanto antes y que, una vez que entren las máquinas en los terrenos las obras ya no se frenen hasta que las 10.700 viviendas no estén listas para entregar a los inquilinos o propietarios, todas ellas a precio asequible y garantizando que serán públicas para siempre. Desde Vivienda consideran el nuevo barrio de Campamento como “la actuación de regeneración urbana pública más importante a nivel estatal, con más de 211 hectáreas que albergarán más de 10.700 viviendas a precios asequibles en el suroeste de Madrid”. Un proyecto de urbanización que, según destacan desde Sepes, “recoge los principios fundamentales de un urbanismo acorde con los objetivos de desarrollo sostenible”, al contemplar “una apuesta por la movilidad sostenible y la mejora de todas las redes de servicios e infraestructuras urbanas”. Para continuar con las obras una vez finalicen las demoliciones, Sepes necesita la aprobación definitiva del proyecto de urbanización, presentado al Ayuntamiento de Madrid, que ya ha dado el visto bueno inicial. De los 2,1 millones de metros cuadrados, que el Gobierno central comparte con el Consistorio, el 25% se destinarán a esas 10.700 viviendas, con manzanas semiabiertas y bloques con locales comerciales. El 34,4% estarán destinados a carreteras, el 17,3% a zonas verdes y el 15,4% a distintos equipamientos. Como indicaron la directora general de Sepes, Leire Iglesias, y el gerente técnico Jorge Arévalo en mayo, en torno a un 60% de las viviendas serán públicas y el otro 40%, libres. Pero no al 100%, puesto que todas ellas contarán con algún tipo de protección, en línea con el compromiso de la Ministra Isabel Rodríguez, de que todo suelo o euro público destinado a vivienda lo sea para siempre. En este sentido, este departamento trabaja en fórmulas que permitan blindar la asequibilidad de las viviendas que se vendan, para que no se pueda especular con esta operación.