El vigués Franciso Rafael A. M. tenía 41 años cuando el 11 de octubre de 2011 mató de varias cuchilladas a su exmujer Cristina G.S., de 39 años, quien se había divorciado de él tan solo una semana antes. El crimen ocurrió en la vivienda familiar de Coruxo donde residía la víctima con los dos hijos gemelos de 8 años que tenían en común. El agresor, carpintero de profesión, esperó a que la víctima llegase a casa de llevar a los niños al colegio y la apuñaló para luego simular un robo. Ahora, con 55 años y desde hace un mes, ya es un hombre libre. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo —la misma que lo condenó a 14 años de prisión por el delito de homicidio y otro de allanamiento de morada— le concedió la libertad condicional al estimar su recurso contra la negativa de Instituciones Penitenciarias de otorgarle este beneficio.