La Asamblea Regional puso ayer fin al calvario del Partido Popular para aprobar los Presupuestos de la Comunidad de 2025, esos que comenzó a negociar el año pasado y que son una realidad a pocos días del mes de agosto. Para llegar hasta aquí, el PP ha tenido que ir cediendo en todos y cada uno de los ultimátums que le fue presentando Vox; los más polémicos, el cierre del centro de menores de la pedanía murciana de Santa Cruz e impulsar convenios que puedan facilitar la deportación de menores migrantes —lo que llaman «reagrupación familiar»—. Sin embargo, ni después de todos estos ‘pasos’ Vox tuvo a bien dejar de apretar al PP y no votó ni siquiera a favor de los Presupuestos, que salieron adelante solo con los 21 escaños del Grupo Popular y la abstención de los de Abascal.