En cuatro reuniones celebradas la pasada semana en diversos puntos de Madrid, representantes del Ministerio de Defensa, el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y del Espacio han mantenido contactos con ingenieros españoles que se han especializado en analizar interferencias electrónicas (o jamming) y de radio que proceden de Rusia, así como imágenes de satélites con los que diversos ejércitos de la OTAN llevan a cabo su vigilancia de movimientos militares del Kremlin.