Cataluña vive estas horas con máxima tensión meteorológica debido al paso de una borrasca que ha descargado con fuerza sobre buena parte del territorio, especialmente en el norte y en el área metropolitana de Barcelona. El temporal ha obligado a Protección Civil a mantener activa la alerta del plan INUNCAT, ante el riesgo real de inundaciones repentinas y crecidas de ríos y rieras como la de Sanaüja, en la comarca de la Segarra. Las autoridades insisten en extremar la precaución en zonas próximas a barrancos, cauces secos y cursos fluviales. La situación más crítica se ha vivido entre la tarde y la noche del miércoles, cuando se han alcanzado acumulaciones de hasta 60 litros por metro cuadrado en tan solo una hora, y hasta 120 litros en apenas tres o cuatro horas en puntos del interior. La región más afectada ha sido la Metropolitana Norte, con especial impacto en municipios como Terrassa, donde el teléfono de emergencias 112 ha recibido hasta 63 llamadas. A nivel global, los Bomberos de la Generalitat han atendido 159 avisos desde que se activó la alerta, la mayoría por la caída de árboles, inundaciones en bajos y la intervención en incidentes ocasionados por rayos, como pequeños incendios. El Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) ha actualizado en varias ocasiones los avisos de peligro por lluvias intensas. El último parte advertía de una precipitación superior a 40 mm en solo 30 minutos, con un grado de peligro nivel 4 sobre 6. Imágenes de radar confirmaban la presencia de una línea de tormentas que ha avanzado de oeste a este a lo largo del día, descargando con violencia en comarcas como el Vallès Occidental, Osona, la Garrotxa o el Alt Empordà. Las lluvias no solo han complicado la circulación en carreteras por la caída de árboles —con cortes en vías como la BP-4653 o la BV-4406 a la altura de Santa Maria de Merlès—, sino que también han alterado la operativa aérea. La entidad ENAIRE ha advertido de posibles restricciones por motivos de seguridad ante la formación de tormentas severas, especialmente en el litoral catalán y en el este peninsular. A las 20:00 horas, Protecció Civil mantenía activa la alerta del INUNCAT mientras el Meteocat advertía del riesgo de fenómenos extremos. En localidades como Rellinars (Vallès Occidental) se han registrado valores máximos de 46,5 litros por metro cuadrado en apenas una hora. Las precipitaciones han llegado acompañadas de granizo de gran tamaño en varios puntos del interior y del litoral, como en Vilaller o Sabadell, donde la tormenta irrumpió pocas horas antes de disputarse la final de la Copa Catalunya. Mientras en Barcelona y su entorno la alerta es roja por acumulación de lluvias, en Girona y Tarragona el aviso es naranja, y en Lleida se mantiene en nivel amarillo, también por tormentas y granizo. El episodio, que aún no ha finalizado, ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia, que siguen recomendando evitar desplazamientos innecesarios y consultar los canales oficiales ante cualquier evolución del temporal.