Padres descalificados

La justicia drástica y rápida tiene alguna ventaja, pero más inconvenientes. Si al Rey Salomón no le hubiera salido su jugada y ninguna de las madres hubiera cedido, es él quien habría tenido que elegir entre partir en dos al bebé o perder su reino por falta de palabra. Las cosas han cambiado bastante. Enredada en la maraña de procedimientos, recursos y secuelas, no solo se asfixia la justicia sino la idea de justicia. ¿Qué es lo justo, en acepción material, en el caso de Juana Rivas? Imposible saberlo, vistos los actos posteriores de uno y otro cónyuges, y además inútil, pues las sentencias mandan. Ahora bien, hay un hecho nuevo que cambia radicalmente el panorama y deja fuera la verdad de los padres y sus razones: los niños han crecido y, aunque solo uno de ellos sea mayor de edad, están muy unidos y al parecer quieren lo mismo. ¿Tiene la ley solución para este hecho nuevo?