Descubre este rincón del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar donde se combinan tradición y naturaleza La recóndita y salvaje cala de aspecto extraplanetario que es una joya natural Agua Amarga es un pequeño pueblo costero ubicado dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, en la provincia de Almería. Con una población que no supera los 300 de habitantes, esta aldea mantiene un ambiente tranquilo y auténtico. Tradicionalmente, sus residentes han vivido del mar, dedicándose principalmente a la pesca, aunque hoy en día el turismo también juega un papel importante en su economía local. El pueblo conserva elementos históricos relacionados con su pasado minero , como las ruinas del antiguo cargadero situado en una colina cercana. Este cargadero servía para embarcar el mineral extraído en las minas de Lucainena de las Torres, lo que refleja la importancia industrial que tuvo la zona en tiempos pasados. A pesar de los cambios, Agua Amarga sigue manteniendo su esencia de pueblo marinero, con calles estrechas y casas blancas que reflejan la arquitectura típica del sur de España. Agua Amarga destaca por su entorno natural. Sus playas y calas, como la Cala de Enmedio y la Cala del Plomo, se caracterizan por su agua transparente y su belleza virgen. Algunas de estas calas solo son accesibles a pie, lo que contribuye a preservar su estado natural. Historia y tradición minera Cala de En medio Agua Amarga ha sido históricamente un pueblo estrechamente ligado al mar Mediterráneo y a la actividad pesquera. Durante siglos, sus habitantes han vivido gracias a los recursos que les proporcionaba el mar, dedicándose principalmente a la pesca artesanal y a la almadraba, una técnica tradicional para la captura del atún que ha sido fundamental en la economía local. Esta relación con el mar ha marcado profundamente la identidad y el modo de vida de la comunidad, configurando un pueblo con un fuerte arraigo marinero. Además de la pesca, el pasado industrial de la zona dejó su huella en Agua Amarga a través de la minería. En una colina cercana al pueblo se encuentran las ruinas del antiguo cargadero de mineral, una estructura utilizada para embarcar el mineral extraído de las minas de Lucainena de las Torres. Este cargadero era un punto estratégico para el transporte de mineral hacia otros destinos, y su presencia hoy en día es un testimonio del importante papel que tuvo la minería en el desarrollo de la región. Con el paso del tiempo, aunque la minería dejó de ser la principal actividad económica y la pesca artesanal se redujo, la tradición marinera sigue viva en la memoria y en la cultura local. El pueblo conserva la esencia de una comunidad que ha sabido adaptarse, sin perder su conexión con el mar y su historia. La costa de Agua Amarga Cala del Plomo El pueblo de Agua Amarga cuenta con una playa urbana de casi 700 metros de longitud, ubicada justo al pie del núcleo de población. Está equipada con servicios como duchas, bares y restaurantes, lo que facilita su uso tanto para visitantes como para residentes. Su arena es fina y de tono gris, y a lo largo de sus extremos se encuentran formaciones de acantilados sedimentarios con presencia de fósiles visibles. Además, bordeando estos acantilados es posible descubrir pequeñas cuevas calizas accesibles desde el mar. Desde la playa principal se puede acceder a dos de las calas más conocidas del entorno. La Cala de Enmedio se encuentra a aproximadamente 30 minutos a pie y destaca por su entorno natural sin construcciones, sus dunas fosilizadas y si arena limpia y dorada. Es una playa virgen a la que solo se puede llegar caminando o a través de una pista de tierra, lo que limita la afluencia de bañistas. A poca distancia de la Cala de En medio está la Cala del Plomo, también accesible en coche por un camino de tierra o a pie. Esta playa tiene unos 260 metros de longitud y una entrada pedregosa, aunque cerca de la orilla aparece arena. Está rodeada de un entorno natural sin edificaciones, salvo por dos casas tradicionales. Frente a la cal, bajo el mar, se encuentra una formación rocosa que alberga un ecosistema marino de interés para el buceo, siendo una zona habitual para inmersiones guiadas. Estas playas forman parte del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y son un ejemplo del valor paisajístico y ambiental de esta franja del litoral almeriense. Playas y miradores cercanos Muy cerca de Agua Amarga, en dirección a Carboneras , se encuentran dos de los enclaves más conocidos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar: la playa de los Muertos y el mirador de Mesa Roldán. Ambos lugares son accesibles por carretera y constituyen paradas imprescindibles para quienes desean explorar el entorno natural más allá del núcleo urbano de Agua Amarga. La Playa de los Muertos está considerada una de las mejores playas de España. Su longitud ronda el kilómetro y destaca por sus aguas transparentes, de un tono azul intenso, y por su arena clara. Se trata de una playa virgen, sin edificaciones, que conserva su estado natural . Su acceso no está acondicionado y para llegar a ella es necesario caminar unos 15 o 10 minutos por senderos de tierra con cierta pendiente. Junto a esta playa se encuentra Mesa Roldán, una antigua formación volcánica donde se ubican un faro activo y una torre de vigilancia del siglo XVIII. Desde este punto elevado se obtiene una de las mejores panorámicas del litoral almeriense. Las vistas abarcan Agua Amarga, las calas cercanas y gran parte del relieve costero del parque. La zona es también de interés geológico y paisajístico, y es habitual ver visitantes recorriendo el entorno a pie o en bicicleta. Curiosidades y leyendas locales Agua Amarga guarda algunas historias curiosas que muestran su pasado y el ambiente especial que contiene el lugar. Una de las más conocidas está relacionada con las cuevas del cerro del Cuartel, en el extremo oeste del pueblo. Estas cuevas fueron excavadas por antiguos trabajadores del ferrocarril que transportaban hierro desde las minas cercanas. Más adelante, en los años 70, algunas fueron ocupadas por grupos que buscaban vivir en contacto con la naturaleza. Con el tiempo, han surgido leyendas sobre estas cuevas. Algunos vecinos hablan de que en siglos pasados pudieron haber sido usadas por piratas o contrabandistas, aprovechando su difícil acceso y su cercanía al mar. Aunque no hay pruebas, estas historias forman parte del imaginario local.