'¿Algo que declarar?' despega en RTVE como un 'busco pareja' propio de otro tiempo que no encaja en la pública

RTVE estrenó este miércoles '¿Algo que declarar?', un nuevo dating show con Pablo Chiapella en el que sus participantes deben intentar 'hacer match' tras revelar secretos sobre sus vidas. El programa de La 1, que no fue mal en audiencias, no cumple con los estándares de calidad que debemos exigirle a la pública Audiencias - RTVE barre con la prórroga de España en la Eurocopa (39.7%), que potencia el estreno de '¿Algo que declarar?' (13.3%) Entrevista - Pepa Bueno encara su vuelta al Telediario de RTVE: “Se puede contar la actualidad sin poner al borde del precipicio al espectador” La maquinaria de producción no para en RTVE , que lanzó este miércoles otro de las novedades que tenía preparada para este verano. Tras barrer con la semifinal de la Eurocopa femenina de fútbol con el encuentro entre España y Alemania que se disparó en audiencias en su prórroga , La 1 estrenó ¿Algo que declarar? , un nuevo dating show con Pablo Chiapella como presentador que dejó más sombras que luces en su puesta de largo. El formato, que llega como un 'busco pareja' con una mecánica desactualizada para la televisión de 2025, deja dudas sobre si cumple con los estándares de calidad que se le deben exigir a la pública. Si Mediaset cuenta con el longevo “restaurante del amor” de First Dates regentado por Carlos Sobera, La 1 ha intentado probar suerte replicando la fórmula en su “aeropuerto del amor”. Con Pablo Chiapella como “comandante” y el cuerpo de baile como su “tripulación” en cabina, el plató de ¿Algo que declarar? se presentó como una terminal en la que sus pasajeros no buscan destino para viajar, sino pareja con la que compartirlo. En cada entrega, varios solteros protagonistas tienen la oportunidad de elegir entre tres pretendientes a los que conocer abriendo el equipaje con el que cargan. Cada aspirante es portador de tres maletas de diferente tamaño en las que guardan secretos que “nunca confesarían” en una primera cita. Cuanto mayor es la maleta, más “grande” es el secreto que esconden. Al final, tras decantarse por descarte por uno de los participantes, este debe abrir la maleta del soltero protagonista en la que también se halla un dato oculto sobre su vida. Es entonces cuando el aspirante debe decidir si acepta ese 'secreto'. En caso negativo, cada cual se marcha por su lado; sí acepta, los dos ganan un viaje juntos. ¿Algo que declarar? planteó en su debut 3 rondas, dos de ellas heterosexuales con un chico y una chica, respectivamente, como protagonistas y otra homosexual con un joven “sin suerte en el amor” que acudía al dating dispuesto de encontrar a su “media naranja”. En los dos primeros casos el resultado fue positivo , con los pretendientes 'comprando' los secretos con los que cargaban los concursantes centrales. El de ella era que quería ser madre en 2027 , mientras que él aseguraba haber tenido sexo con una chica y a la mañana siguiente con su madre . Ambos aspirantes aceptaron esta información, obteniendo los primeros un viaje a Canarias y los segundos otro a Oporto. Al tercero en discordia lo acabó rechazando su elegido, que no aceptó que tuviera una “relación de dependencia” con su madre. Un formato de cuestionable calidad para la pública Cuesta encontrar aspectos positivos a destacar tras el estreno de ¿Algo que declarar? , más allá de la voluntad de RTVE de apostar por un tipo de formato con el que, a través del entretenimiento, tendría incluso la oportunidad de dar visibilidad a todo tipo de realidades sexuales y romper con cualquier estereotipo o canon tradicional sobre las relaciones amorosas. Sin embargo, el programa presentado por Pablo Chiapella llega como un dating show en el que su propia mecánica reduce a las personas a aceptar conocer o no a sus pretendientes en función de una serie de prejuicios. Susana Bianca, exconcursante de 'GH' en Telecinco El formato en sí, en el que reconocido actor de La que se avecina se muestra solvente como maestro de ceremonias -aunque se presenta ante las cámaras de RTVE, gracias a sus facilones chascarrillos , muy metido en el personaje que todos los espectadores tienen en su imaginario-, se parece más a un 'busco pareja' de los 90 o principios de los 2000. Su factura visual, sus absurdos secretos inconfesables y su cuerpo de baile a lo Noche de fiesta -con una VIP en sus filas: la exconcursante de GH Susana Bianca - también dificulta ubicar el programa en el contexto de la televisión actual. En definitiva, desmarcándonos de esa idea de que un dating show no tenga encaje en la pública, lo cierto es que cuesta ver el enfoque de servicio público con el que despega ¿Algo que declarar? y lo que el programa, más allá del mero entretenimiento, pueda aportar a la cadena de todos. A pesar de todo, el espacio de La 1 se mostró competitivo en audiencias durante su estreno, eso sí, con el impulso que le dio el partido previo de la Selección.