La Virgen de las Lágrimas de la Exaltación ha regresado al culto en la mañana del 24 de julio tras haber permanecido durante un mes en el taller de Pedro Manzan o para ser sometida a un proceso de mantenimiento y conservación, cuestión aprobada por los hermanos el pasado mes de febrero. Las labores han consistido principalmente en solventar los daños ocasionados por los alfilerazos durante los cambios de vestimenta de la imagen, así como en intervenir sobre zonas de la policromía afectadas por el paso del tiempo . Se trata de una actuación de conservación destinada a garantizar el óptimo estado de la dolorosa. Por otro lado, el restaurador también ha intervenido a nivel estructural, consolidando fisuras y ensambles para restituir la estabilidad del soporte de la talla. La última restauración de la Virgen de las Lágrimas se llevó a cabo en el año 2007. Pedro Manzano, considerado el 'médico de cabecera' de la hermandad de la Exaltación —como de tantas otras corporaciones—, fue el encargado de aquella intervención, así como de otras actuaciones posteriores en el patrimonio de la cofradía: restauró al Cristo de la Exaltación en 2008 y, más recientemente, a la Inmaculada Concepción de la capilla sacramental. Tras su paso por el taller de Pedro Manzano, l a Virgen de las Lágrimas ha regresado al calor de sus devotos y vuelve a recibir culto en la parroquia de Santa Catalina, en la capilla de la hermandad junto al Cristo de la Exaltación y San Juan Evangelista.