Desde que aparición en redes sociales en 2018, este escatológico reto viral ha obligado a cerrar muchas piscinas cada verano. Quienes participan en él, se dedican a defecar dentro del agua. Esta práctica ya ha hecho cerrar varias instalaciones este verano y se estima que, desde su inicio, ya han sido más de 300 las piscinas obligadas a cerrar en todo el país.