El mundo convulsiona y los conflictos bélicos mantienen en vilo a la población. La guerra entre Ucrania y Rusia, el conflicto entre Palestina e Israel y disputas casi olvidadas como las guerras civiles en Sudán, Myanmar o Etiopía conforman un abanico bélico mundial delirante que causa estragos y que analizan los expertos, quienes, los más tremendistas, no descartan un desenlace catastrófico global, una conflagración de dimensiones desconocidas por el armamento nuclear, la desinformación y la ciberguerra. Una tercera guerra mundial de la que se salvarían muy pocos.