Argüello destaca que el Manifiesto de los jóvenes es "la revolución" de una generación que se levanta "no para tener el poder, sino para servir"

En el marco de la presentación del Jubileo de los Jóvenes que ha tenido lugar este jueves, 24 de julio, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha subrayado la fuerza espiritual del evento como un espacio de fraternidad y oración entre culturas diversas. En este sentido, el también arzobispo de Valladolid ha puesto el acento en la misa que presidirá en Tor Vergata el Papa León XIV el domingo 3, con el que se cierra el Jubileo y donde participarán casi un millón de personas. “Rezar el domingo 3 de agosto el 'Padrenuestro' en diversidad de lenguas, con personas de todos los lugares del mundo y con situaciones tan distintas , unos que huyen de la guerra, otros que tenemos la suerte de comer varias veces al día, es un signo de fraternidad que se convierte en solidaridad”, ha puntualizado. “Es una reunión de los dispersos para volver cada uno a nuestro sitio, esperemos que con un corazón renovado”, ha confiado. Argüello también ha destacado la proclamación del Manifiesto de los jóvenes en la mañana del viernes 1 de agosto, en la Basílica de Santa María en Trastevere de Roma, impulsada por el episcopado español pero al que se han unido distintos países como Siria, Palestina, Francia, Italia o el Patriarca de Jerusalén. Es una “revolución del espíritu joven, nos levantamos como generación, no para tener el poder, sino para servir, amar y caminar”, ha remarcado Argüello al describir el espíritu del manifiesto. Ese mismo día, por la tarde, tendrá lugar un encuentro histórico: los jóvenes españoles se reunirán en la Plaza de San Pedro, que cerrará al público en general, donde tendrán lugar actos cargados de simbolismo como testimonios, oración, actuaciones y la Eucaristía, presidida por el propio presidente de la Conferencia Episcopal . “Donde el obispo de Roma imparte una bendición es especialmente significativo, supone hacer visible la comunión entre nosotros, las realidades eclesiales de España y la comunión con la Iglesia de Roma. Este encuentro tiene una importancia más allá de lo que podamos contar con palabras”, ha sostenido.