Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al segundo trimestre del año han dejado una cifra inesperada en la provincia de Burgos: entre abril y junio, 1.300 personas han pasado a engrosar las listas del paro. En comparación con el mismo periodo de 2024, el incremento es aún más significativo: 3.600 desempleados más, lo que eleva el total de parados a 15.100 personas, la cifra más alta registrada desde 2022. Todo ello, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) ha mostrado su desconcierto ante este dato, que no cuadra con las estadísticas que manejan mes a mes desde el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Íñigo Llarena, vicesecretario general de FAE, aseguraba que “nos ha pillado un poco sorprendidos. Según los datos de nuestro estudio semestral, el empleo ha ido bien, incluso mejor que en 2024. Y eso lo confirman los datos del SEPE: volvemos a estar entre las provincias que rozan el pleno empleo”. Desde FAE insisten en que la EPA es una encuesta basada en muestras estadísticas, mientras que los datos del SEPE proceden del registro real de demandantes de empleo, y por tanto ofrecen una fotografía más fiel del mercado laboral. “Se me hace extraño que justo en estas fechas el año pasado éramos la segunda provincia con menos paro y ahora seamos la 21. Es un cambio de 0,75 puntos que hay que valorar con prudencia”, añadió Llarena. Precisamente este jueves, la patronal burgalesa ha presentado su Índice de Confianza Empresarial del primer semestre de 2025, que refleja una clara mejora en la valoración de la actividad económica respecto al año anterior. Según este informe, casi el 50% de las empresas afirman haber iniciado el año con buenos resultados, frente al 30% en 2024 y solo un 16% califica el semestre como negativo, cuando el año pasado ese dato ascendía al 25%. Además, una de cada cuatro empresas prevé seguir ampliando plantilla. El estudio también recoge que el 40% de las compañías ha contratado personal en los primeros seis meses del año. El problema: la falta de mano de obra cualificada Más allá de las cifras, la preocupación principal de los empresarios es la escasez de trabajadores cualificados, especialmente entre los jóvenes. Ignacio San Millán, tesorero de FAE, subrayó que “lo que más valoran las empresas es la actitud, la iniciativa y el compromiso. Más allá de la experiencia o la formación, eso es lo que marca la diferencia”. El 75% de las empresas está preocupada por la falta de relevo generacional. Además, un 45% de las compañías cree que el salario es la prioridad de los jóvenes que buscan su primer empleo, seguido de la flexibilidad y la conciliación laboral. 35.000 jubilaciones en la próxima década La secretaria general de FAE, Emiliana Molero, advirtió que la situación podría agravarse por motivos demográficos. “En los próximos nueve años se retirarán más de 35.000 personas en la provincia. Necesitamos una estrategia clara para atraer y retener talento”, añadió. Molero alertó de que Burgos compite con otras provincias por población activa y debe posicionarse como un territorio con oportunidades reales de desarrollo profesional. A nivel externo, preocupan los aranceles a las exportaciones, el descenso del consumo en economías clave como Alemania o los países nórdicos, así como la incertidumbre en el sector del automóvil. En clave nacional, la FAE señala la inquietud ante posibles reformas laborales, la reducción de la jornada semanal o el incremento del absentismo. Desde la FAE insisten en que el empleo en Burgos se mantiene estable y que los datos del SEPE no reflejan una desaceleración. El desajuste está, según la patronal, entre la oferta y la demanda. “No vemos una desaceleración generalizada. Lo que falta son perfiles con iniciativa y actitud”, concluyó Íñigo Llarena.