La ciudad más bonita de Europa es española y está en el País Vasco, según National Geographic: visita obligada en cualquier mes del año

España cuenta con ciudades de enorme belleza a lo largo de todo su territorio, pero es en el norte donde muchos viajeros encuentran una mezcla perfecta de naturaleza, historia y cultura. Desde los frondosos bosques de Navarra hasta los acantilados de Cantabria o los valles verdes de Asturias, el norte peninsular esconde auténticas joyas que nada tienen que envidiar a otros destinos europeos. Y entre ellas, una ciudad del País Vasco ha sido reconocida como la más bonita de Europa por la prestigiosa revista National Geographic. En una de sus publicaciones más recientes, National Geographic ha calificado a San Sebastián (Donostia) como “la ciudad más bonita de Europa”. Y no es para menos. Ubicada entre montañas y abrazada por la icónica Bahía de la Concha, la capital guipuzcoana ofrece un equilibrio perfecto entre elegancia, tradición y modernidad que la convierten en un destino imprescindible durante todo el año. La revista destaca la capacidad de la ciudad para combinar “la belleza natural con el refinamiento urbano”, generando una experiencia única para el visitante. Desde su casco antiguo lleno de historia hasta sus paseos marítimos, pasando por una de las ofertas gastronómicas más valoradas del mundo, San Sebastián tiene todo para enamorar. San Sebastián no es solo una postal veraniega. Es una ciudad viva y cambiante que se adapta con estilo a cada estación. En primavera, los jardines florecen alrededor del Palacio Miramar; en verano, la playa de la Concha se convierte en un paraíso urbano; en otoño, los colores cálidos envuelven el Monte Igeldo; y en invierno, la ciudad gana en calma sin perder ni un ápice de su encanto. Uno de los mayores atractivos, según National Geographic, es la Parte Vieja, donde las calles estrechas y empedradas respiran historia en cada rincón. Aquí, los pintxos –auténtico arte culinario en miniatura– se convierten en protagonistas de una ruta gastronómica sin igual. Comer bien en San Sebastián no es una opción, es parte de su esencia. Además, la ciudad invita a caminar y descubrirla desde diferentes alturas. Los montes Igeldo, Urgull y Ulia rodean el casco urbano y ofrecen panorámicas espectaculares sobre la bahía y la ciudad. Subir a Igeldo, por ejemplo, permite al visitante disfrutar de una vista que parece sacada de una postal. La arquitectura de San Sebastián también ha sido clave para ganarse el título. El Hotel María Cristina y el Teatro Victoria Eugenia reflejan ese aire señorial que marcó la transformación de la ciudad a finales del siglo XIX, cuando se convirtió en un destino predilecto de la aristocracia europea. El Palacio Miramar, con vistas privilegiadas al mar, es otro de los lugares emblemáticos que no pueden faltar en una visita. Y para quienes buscan arte y cultura, el Kursaal o el Museo San Telmo amplían la oferta con exposiciones y actividades durante todo el año. Viajar a San Sebastián es siempre un acierto. Ya sea en pareja, en familia o en solitario, la ciudad ofrece planes para todos los gustos. Su tamaño la hace cómoda, sus playas invitan a relajarse, y sus calles están pensadas para perderse y encontrarse entre historia, cultura y buena comida. Por todo ello, no sorprende que una publicación como National Geographic haya elegido a Donostia – San Sebastián como la ciudad más bonita de Europa. Y no es solo un reconocimiento: es una invitación. Una llamada a descubrir una ciudad que, una vez se conoce, se queda para siempre en la memoria del viajero.