Un episodio de incivismo adolescente en un avión ha acabado por convertirse en un conflicto con implicaciones prácticamente diplomáticas, con el ministro de Diáspora israelí acusando de antisemitismo a las fuerzas policiales y a la empresa Vueling por el desalojo de un grupo de chicos judíos de alrededor de quince años de un avión por comprometer la seguridad del vuelo.