En ambiente mediterráneo la vegetación está adaptada a los incendios recurrentes. Veranos tórridos de altas temperaturas y escasas precipitaciones provocan que especies anuales (herbáceas) estén secas en esa época y el matorral, los arbustos y la arboleda presenten estrés hídrico que facilita su combustión. Este tipo de vegetación comenzó a definirse hace unos de tres a cinco a millones de años y se consolidó desde hace 2,5 millones de años hasta hace unos 12.000.