El Grupo Volkswagen ha hecho públicos sus resultados financieros del primer semestre de 2025, reflejando un panorama mixto en un entorno global «extremadamente desafiante». Aunque las ventas de vehículos se mantuvieron estables y la compañía avanzó en su estrategia de electrificación, el beneficio operativo se vio significativamente mermado por factores externos e internos. El resultado operativo del Grupo alcanzó los 6.700 millones de euros, lo que representa una caída del 33% respecto a los 10.000 millones de euros obtenidos en el mismo periodo de 2024. Este descenso se atribuye principalmente a los elevados costes derivados del aumento de los aranceles de importación en EE.UU. (1.300 millones de euros), las provisiones para reestructuraciones en Audi, Volkswagen Turismos y Cariad (700 millones de euros), y gastos relacionados con la normativa de CO₂. Además, un efecto mix negativo por una mayor proporción de ventas de vehículos totalmente eléctricos, que actualmente tienen un margen inferior, también influyó en el resultado. Excluyendo los aranceles y la reestructuración, el margen operativo se situaría cerca del 7%. A pesar de la contracción en beneficios, los ingresos por ventas se mantuvieron prácticamente en línea con el año anterior, alcanzando los 158.400 millones de euros (frente a 158.800 millones en el primer semestre de 2024). Las ventas de vehículos crecieron ligeramente hasta los 4,36 millones de unidades, superando las 4,34 millones del año previo. Este crecimiento fue impulsado por América del Sur (+19%), Europa Occidental (+2%) y Europa Central y Oriental (+5%), que compensaron las caídas esperadas en China (–3%) y, principalmente por los aranceles, en América del Norte (–16%). Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen, destacó el buen desempeño de sus nuevos productos y el progreso en diseño, tecnología, calidad y software. «En Europa, ampliamos nuestra posición de liderazgo en movilidad eléctrica, con una cuota de mercado del 28%, y la cartera de pedidos sigue bien llena», afirmó Blume, quien espera que la tendencia positiva continúe en la segunda mitad del año. Por su parte, Arno Antlitz, CFO y COO del Grupo Volkswagen, reconoció el panorama contrastado. «Lo que realmente importa es el dinero en efectivo en el banco. Por eso debemos seguir adelante con nuestros programas de mejora de beneficios y acelerar el ritmo donde sea necesario», señaló Antlitz, refiriéndose a un flujo de caja neto automotriz negativo de -1.400 millones de euros en el semestre, afectado por adquisiciones (incluida la de acciones de Rivian) y los costes de reestructuración y aranceles. De cara al cierre de 2025, el Grupo Volkswagen ha ajustado sus previsiones. Ahora esperan que los ingresos por ventas se mantengan en línea con el año anterior (frente a un aumento previsto previamente de hasta el 5%), y un retorno operativo sobre ventas de entre el 4,0% y el 5,0% (anteriormente entre el 5,5% y el 6,5%). Estas proyecciones a la baja contemplan la incertidumbre sobre la continuidad de los aranceles de importación en EE.UU. y un entorno global caracterizado por la inestabilidad política, las restricciones comerciales y la creciente intensidad de la competencia, según reconocen desde el grupo automovilístico.