Un vuelo rutinario que lo cambió todo: Un hallazgo inesperado desde el cielo riojano

En el marco de la Operación Miller, un sobrevuelo rutinario en el término municipal de Aldeanueva de Ebro terminó con el desmantelamiento de una de las mayores plantaciones ilegales de marihuana localizadas en los últimos años en La Rioja. Durante la patrulla aérea, los agentes observaron desde el cielo una formación vegetal extraña y poco natural. Al bajar la altitud para comprobarlo más de cerca, detectaron una extensa plantación de marihuana camuflada con habilidad bajo los pinares, en una zona remota y de difícil acceso. En el mismo momento en que el helicóptero descendía para inspeccionar la zona, los agentes sorprendieron a dos individuos que custodiaban el cultivo. Al percatarse de la presencia policial, ambos intentaron huir campo a través. Uno de ellos, un hombre de 35 años y nacionalidad albanesa, fue interceptado tras una corta persecución y detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública. Su compañero logró escapar, aunque dejó tras de sí una pista clave, perdió parte de su documentación personal, lo que ha permitido a las autoridades su plena identificación y el inicio de su búsqueda activa para proceder a su arresto. En tierra, la sorpresa fue mayúscula. Los agentes hallaron 1.356 plantas de Cannabis sativa en distintos estados de crecimiento, además de numerosos esquejes listos para ser trasplantados. La zona estaba completamente habilitada para permitir una producción a gran escala, herramientas de labranza, fertilizantes, productos de jardinería y un sistema de riego continuo alimentado por agua del canal de Lodosa. Según los cálculos realizados por la Guardia Civil, la plantación tenía un potencial de producción cercano a los 180 kilos de marihuana procesada, lo que equivale a un valor de unos 350.000 euros en el mercado ilícito. La plantación no sólo estaba oculta entre árboles, sino que también contaba con un campamento clandestino desde el que los cuidadores vivían aislados, vigilando día y noche el cultivo. En este espacio improvisado había tiendas de campaña, bombonas de butano, ropa, hornillos y una despensa abastecida con alimentos no perecederos. Todo lo necesario para permanecer semanas sin salir del bosque. La infraestructura estaba pensada para la autosuficiencia y el camuflaje. Incluso habían habilitado puestos de observación improvisados, desde los que controlaban cualquier movimiento sospechoso. Una organización meticulosa, al servicio de un objetivo, proteger la plantación como si fuera oro verde. El detenido ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, mientras continúa la investigación para localizar al segundo implicado. Las diligencias continúan en el marco de la Operación Miller, que busca desmantelar cultivos ilegales y redes criminales relacionadas con el narcotráfico en todo el país. Este golpe demuestra que la vigilancia desde el aire sigue siendo una herramienta clave para combatir el tráfico de drogas, y que incluso en los rincones más inesperados de La Rioja pueden esconderse realidades completamente distintas a las que percibimos a simple vista.