Las estafas bancarias están creciendo a un ritmo alarmante en España. Los ciberdelincuentes han encontrado en los canales digitales el terreno perfecto para ejecutar sus engaños con gran efectividad y mínima inversión. Usando herramientas de suplantación de identidad, estos delincuentes logran hacerse pasar por entidades financieras reales y consiguen vaciar cuentas bancarias en cuestión de minutos.