Paga más de 140 euros por comer en Omeraki, el restaurante de Alberto Chicote, y opina sobre sus platos: «Sobre la comida...»

El poderío de España a nivel gastronómico es innegable. La cantidad y variedad de alimentos de proximidad de primer nivel, la gran tradición culinaria y un plantel de cocineros contemporáneos de primer nivel convierten la restauración del país en un perfecto atractivo . Además, el peso que ha cogido la cocina en la televisión, con varios programas dedicados a ello, los locales también han intensificado su interés por el buen comer. Así, el ir a probar un restaurante se ha convertido en el plan ideal para muchos, y explicarlo en redes, para recomendarlo o criticarlo , en un deporte nacional. En la actualidad hay muchos ' gastroinfluencers ' pero pocos han conseguido el nivel de Pablo Cabezali, que engancha a sus seguidores con sus visitas a todo tipo de restaurantes, que cuenta en su TikTok @cenandoconpablo . Sin embargo, de él suele interesar especialmente cuando va a los locales más inaccesibles o premiados. Así, se le ha visto en los restaurantes con estrellas Michelin del país, en las aperturas más esperadas o los espacios más virales, como es Omeraki , el restaurante del televisivo chef Alberto Chicote en la zona de Goya de Madrid. Pablo lo visitó en 2023, poco después de que lo abriera, y sus opiniones todavía siguen interesando mucho a día de hoy y supera las 144.000 visualizaciones. «Vamos a ver qué comida dan, cuánto cuesta y si nos encontramos al propio Alberto Chicote», apunta él antes de adentrarse en el local. Como siempre, ya dentro, Pablo se aposenta dispuesto a mostrar todos los platos y empieza con un nigiri de aún con un «toquecillo de marmitako» y hoja de capuchina, que confiesa «muy rico y se ha disfrutado » aunque comenta que le ha parecido «un poco más tosco de la cuenta» y que le sobra algo de cantidad. A continuación prueba un gazpacho de verduras asadas con un sorbete de tomate y albahaca y un chorritín de aceite de oliva, que confiesa que le parece «la caña. Qué rico». Luego le sirven otro plato de verduras, que tiene edamame, brócoli, judías verdes, calabacín o cilantro además de un caldo de verduras con mantequilla que le recuerda a un puré. « Me gusta mucho la idea y el resultado, un plato sano en el que aprecias la variedad de verduras, sus texturas...», asegura Pablo, que avanza que este es uno de sus platos favoritos. Acto seguido, llegan a la mesa los platos principales, empezando por uno es pollo asado con su jugo y un toque de jengibre, del que destaca su textura tierna. «No llega a tener quizás esa sensación de que se deshace cuando está preparado a baja temperatura, desconozco el tiempo que habrá estado en el horno, pero está sabroso», comenta. El influencer acaba alabando el sabor del jugo aunque acaba notando demasiado el jengibre, que confiesa que «nunca me ha agradado mucho». De «segundo plato carnívoro» Pablo enseña la albóndiga con patata frita, que no sabe si es de ternera o vaca y que después descubre que está rellena. El jugo que le acompaña le encanta pero no opina lo mismo de la albóndiga en sí, cuya carne le parece «muy prensada, muy compactada de carne. La textura tampoco me seduce ». En todo caso, resalta que es bastante saciante. De postre, prueba la tarta de queso con galletas de jengibre y helado de vainilla, que también le gusta mucho, que le parece muy rica porque «es cremosa, pero no fluida. La guías en tu boca con la lengua con facilidad». Agradece, además, «que no haya ni rastro de confitura ni siropes ni frutos rojos, que les tengo un poco de pelusilla». Llega la hora de la valoración final en Omeraki y Pablo desvela que le ha costado, con un menú homenaje, 144,80 euros. « Sobre la comida qué deciros... me ha gustado, diría que un nivel notable», reconoce el 'influencer', que pide tiempo al restaurante porque «va algo atascado» en sala y cocina, pero que entiende que es lógico estando le negocio en sus inicios. «Me voy contento y me alegro de que Alberto Chicote se haya aventurado a abrir un nuevo restaurante«, sentencia él, no sin recalcar que »el espacio es lo que más me ha vuelto loco y a la comida hay que darle tiempo. Chicote hace unos platos sencillos pero con mezclas interesantes».,