Un profesor de autoescuela avisa del gesto que debes hacer para ahorrar gasolina: "Siempre..."

Para muchas personas, el acto de llenar el depósito del coche se ha convertido en uno de esos gastos que más duele en la cuenta. Aunque los precios de la gasolina son muy fluctuantes, siguen estando lo suficientemente altos para que cada visita a la gasolinera se note. Por esto, son cada vez más los conductores que buscan técnicas para disminuir su consumo sin tener que dejar de usar el coche. Si eres uno de ellos, presta atención a este artículo porque estos pequeños cambios en tu forma de conducir pueden marcar la diferencia, tanto en euros como en kilómetros. Uno de los profesores de la autoescuela Merinero, ha compartido una serie de consejos para reducir combustible mientras conduces, además de mejorar la salud de tu vehículo y del planeta. Según el instructor, todo conductor debería seguir estos tres apuntes para así empezar a ahorrar gasolina desde el primer día. "No vamos a pegar acelerones, vamos a llevar siempre el coche en bajas revoluciones y siempre la relación de marcha más alta posible, acorde a la velocidad". Puede parecer lógico lo que dice, pero muchas veces las prisas, el tráfico o los malos hábitos, hacen que conduzcamos de forma menos eficiente. Si tomamos nota de estos consejos, permitiremos que el motor trabaje con menos esfuerzo, bajando el consumo del carburante, sin afectar el rendimiento. Además, si mejoramos nuestros hábitos al conducir, también reduciremos las emisiones contaminantes, a largar la vida del coche y contribuir a una movilidad más sostenible. Como dice el propio profesor en el video: “el combustible no está barato y menos para tirarlo”. Aplicando y manteniendo de forma constante sus recomendaciones, se notará en tu ahorro a fin de mes. No es un truco de magia, sino pensar en el bolsillo cuando conducimos. Sin embargo, la conducción eficiente no debería acabar en el volante. También existen otras prácticas básicas que influyen directamente en cuánto combustible terminamos gastando: Por ejemplo, el nivel de la presión de los neumáticos, ya que llevarlos muy bajos, aumenta la resistencia del coche, lo que provoca que se consuma más. También se debe tener en cuenta que cada kilo extra supone un mayor esfuerzo para el motor, así que mejor evita llevar en el maletero artículos innecesarios. Cuando vayas a realizar paradas de una duración superario al minuto, como lo pueden, se recomienda apagar el coche. Hacer revisiones periódicas, como el cambio de filtros y aceite, cuando es recomendado, ayudará a la autonomía del coche, provocando que este funcione más eficientemente. Y sobre todo, lo más importe es escuchar a tu vehículo, cuando algo vaya mal, lo primero que se tiene que hacer es ir al taller. Ignorar esos pequeños fallos puede terminar siendo mucho más costoso. Prevenir es otra forma de ahorrar. En tiempos en los que cada euro debe ser tenido en cuenta, optimizar tu forma de conducir es la técnica más inteligente para aliviar la presión del bolsillo. No se trata de no usar más el coche, sino de hacerlo de la mejor manera posible. Aplicar pequeños cambios puede multiplicar tu ahorro. A partir de ahora, ten en cuenta que conducir bien no solo es más seguro, sino también más barato.