El paraje se encuentra a siete kilómetros de este pequeño municipio, que no llega a los mil habitantes El pueblo de Andalucía que transformó su icónica alberca en una piscina a la que han bautizado como La Laguna La piscina se ha convertido en un refugio donde aliviar el intenso calor veraniego , porque nunca viene mal un chapuzón, por muy corto que sea. Y no solo hablamos de espacios privados o urbanizaciones, sino que en nuestro país también encontramos estanques públicos y otros naturales, algo más recónditos, esculpidos por la propia naturaleza. En este selecto grupo, destacan Los Charcos de Quesa , un paraje ubicado en este municipio valenciano de poco más de seiscientos habitantes. Aquí, visitantes y vecinos pueden disfrutar de cuatro piscinas naturales de diferente profundidad y tamaño . En todas ellas se permite el baño, aunque con ciertas precauciones. Piscinas naturales con nombres propios Estas cuatro piscinas naturales, todo un icono de este pequeño pueblo de la provincia de Valencia, tienen nombre propio : Charco de la Horteta, Charco de las Fuentes, Charco la Bañera y el Charco del Chorro de Corbera. Este último tiene una espectacular cascada de agua, que capta la atención de la mayor de personas que visitan el paraje. Quienes acuden a Los Charcos de Quesa van para pegarse un chapuzón en las aguas de alguno de los charcos, pero también se puede disfrutar del entorno, recuerda el consistorio. La vegetación que rodea estas piscinas naturales es mediterránea, de pinos y monte bajo, así que los tonos azules se terminan mezclando con el verde de los árboles. Además de las piscinas y la vegetación , pueden disfrutar de una vía ferrata y de las pinturas rupestres del Abrigo de Voro, porque desde el paraje parte el sendero PRCV-203 que llevan hasta esa composición. ¿Cómo llegar a Los Charcos de Quesa? El paraje se encuentra a una distancia de siete kilómetros desde el municipio . Hay dos alternativas: acudir a pie o en vehículo, pues la zona está habilitada para ello, además de estar señalizada. Si se escoge la primera opción, habrá que atravesar el barranco del río y seguir su curso. Si se acude en coche, lo mejor es aparcar en el Área Recreativa en la que hay espacios con sombra, zona de juegos para niños fuente, mesas de pícnic y aseos, apunta el consistorio. Los Charcos de Quesa La entrada no es gratuita , avisan las autoridades valencianas. Se cobra 1 euro por persona y 2 euros por vehículo durante la época de mayor afluencia de visitantes, una cantidad simbólica para mantener el entorno. Además, recuerdan que Quesa forma parte de la Red Natura 2000, un reconocimiento comunitario destinado a garantizar la conservación de la biodiversidad de la zona que lo recibe.