Dejar a un niño solo dentro de un coche puede convertirse en una tragedia y, además, acarrear serias consecuencias legales para los adultos responsables. Aunque pueda parecer una situación excepcional, cada año se registran casos de menores abandonados en vehículos, especialmente en verano, cuando las altas temperaturas pueden ser letales en cuestión de minutos. Un ejemplo estremecedor ocurrió en 2023 en O Porriño , Pontevedra, donde un niño de tan solo tres años perdió la vida tras pasar varias horas encerrado en el coche bajo un sol abrasador. La causa fue un despiste de la madre, que se dirigió a su trabajo creyendo que había dejado al pequeño en la guardería. Este tipo de incidentes, además de un profundo drama familiar, implica consecuencias penales que pueden ir desde una multa económica hasta penas de cárcel . El Código Penal español establece claramente que, si un menor fallece por imprudencia grave —como olvidar a un niño dentro del coche—, la persona responsable puede enfrentarse a una pena de prisión de uno a cuatro años . Si la imprudencia se considera menos grave, la sanción sería una multa que puede oscilar entre tres y dieciocho meses, dependiendo de la gravedad y de los ingresos de la persona condenada. No es lo mismo un olvido que una negligencia consciente . Por ejemplo, no se trata igual a los padres que, por un descuido, olvidan al niño en el vehículo, que a quienes lo dejan encerrado deliberadamente para irse de compras o de fiesta. En este último caso, la responsabilidad penal suele ser mayor porque se considera que existía conocimiento del riesgo y, aun así, se decidió asumirlo. Las penas pueden variar también en función de quién cometa el abandono . Si el responsable es uno de los progenitores, tíos, abuelos u otros parientes directos, se aplica lo que se conoce como la circunstancia mixta de parentesco . Este factor puede agravar o atenuar la pena según el contexto del suceso y sus consecuencias. Además, si el menor es rescatado a tiempo y sobrevive, la situación no queda impune. El Código Penal contempla la posibilidad de imputar un delito de lesiones imprudentes o incluso de abandono temporal de un menor. En estos casos, la pena puede ir desde multas económicas hasta la retirada de la patria potestad, además de la intervención de los Servicios de Protección de Menores, quienes podrían decidir el desamparo del niño o su guarda por parte de otros familiares. Aunque parezca increíble, no siempre dejar a un niño en el coche es fruto de una irresponsabilidad intencionada. A veces, la rutina, el estrés y el cansancio hacen que nuestra memoria automática falle, y algo tan habitual como dejar al pequeño en la guardería se olvida si se rompe el orden de siempre. Es por eso que para prevenir este tipo de accidentes, existen algunas medidas sencillas que pueden marcar la diferencia. Un truco muy eficaz es colocar un objeto personal imprescindible —como el bolso, la cartera o incluso el teléfono móvil— en el asiento trasero, de forma que sea inevitable mirar atrás antes de abandonar el coche. También se recomienda instalar espejos adicionales que permitan comprobar de un vistazo si el niño sigue en su sillita. Actualmente, algunos vehículos modernos ya incluyen sistemas de alerta que detectan la presencia de un pasajero en los asientos traseros cuando se apaga el motor, una tecnología que podría generalizarse en el futuro para evitar nuevas tragedias.