China se enfrenta en estos días a uno de sus mayores escándalos mediáticos de la historia reciente. Bajo el alias de 'Sister Hong' (Hermana Roja), un hombre de 38 años llamado Jiao se hizo pasar por mujer durante años para seducir a cientos de hombres, grabar encuentros sexuales sin consentimiento y vender el contenido en Internet . Imaginaos el impacto de algo así en un país donde, además, la pornografía es ilegal desde 1949. El 'modus operandi': Seducción, engaño y cámaras ocultas Jiao, oriundo de Nankín, empleaba pelucas, maquillaje y filtros digitales para crear una identidad femenina convincente en aplicaciones de citas como WeChat, QQ y Momo . La técnica era tan elaborada que Jiao incluso modificaba su voz en los chats previos y pedía a sus futuras víctimas "ofrendas" simbólicas, como frutas, aceite o dispositivos electrónicos, a modo de cortesía antes del encuentro. Estos hombres, engañados al creer que mantenían una cita con una mujer, eran citados en su apartamento y luego grabados en secreto mediante cámaras ocultas durante el acto sexual. Posteriormente, Jiao vendía ese material íntimo a terceros —usuarios anónimos en plataformas digitales— mediante grupos privados en redes sociales (como Telegram, Douyin y hasta Reddit), cobrando alrededor de 150 yuanes (21 dólares) por el acceso a cada vídeo. Capturas difundidas de los vídeos El volumen del daño: cientos de víctimas, vidas arruinadas Aunque se ha llegado a hablar de más de 1.600 víctimas , las autoridades han reducido esa cifra a menos de 250 casos comprobados ... hasta el momento. Las víctimas incluyen desde jóvenes ingenieros hasta padres de familia, empresarios o entrenadores deportivos, si bien la visibilidad del escándalo aumentó cuando un influencer reconoció haber sido grabado y expresó públicamente el colapso emocional que esto le provocó. ¿Qué le pasará ahora a 'Sister Hong'? Actualmente, Jiao se enfrenta a cargos preliminares por: Difusión de material obsceno. Violación de la privacidad. Distribución y comercialización de contenido pornográfico. Uso indebido de imagen. Posibles delitos contra la salud pública, si se demuestra transmisión de enfermedades sexuales. Según la Ley de Protección de la Información Personal vigente en China desde 2021, la grabación y difusión de material íntimo sin consentimiento está expresamente prohibida y puede conllevar penas de prisión severas . Además, el Código Penal chino prevé castigos agravados si los hechos se consideran masivos, sistemáticos o con fines lucrativos. En casos extremos —aunque poco probables en este contexto— incluso podría contemplarse la cadena perpetua o la pena de muerte , especialmente si se imputa el delito de "poner en grave peligro la seguridad pública". En Genbeta Grababa vídeos íntimos de usuarias de Airbnb de su piso en Santander y le han caído dos años de cárcel. Así puedes protegerte Recordando la pesadilla de las 'spycams' Este caso revive un problema que ya es endémico en Asia oriental: la proliferación de las cámaras ocultas o 'spycams', una tecnología, cada vez más accesible y difícil de detectar, ha facilitado en los últimos tiempos la grabación ilegal de contenido íntimo sin consentimiento. Un precedente especialmente alarmante ocurrió en Corea del Sur, país que en 2018 tuvo que lidiar con una verdadera "epidemia de cámaras espía" . En ese año, más de 1.600 personas fueron grabadas en secreto en habitaciones de moteles, baños públicos, vestidores y otros espacios teóricamente privados, mediante dispositivos ocultos en enchufes, secadores de pelo, detectores de humo o televisores. Se descubrió, además, que se habían denunciado más de 30.000 casos de grabaciones ilegales entre 2013 y 2018. El contenido se vendía online, en sitios que ofrecían incluso transmisiones en directo para quienes pagaran suscripciones mensuales. La respuesta ciudadana no se hizo esperar: decenas de miles de mujeres marcharon en Seúl al grito de "Mi vida no es tu porno" , en lo que se convirtió en una de las mayores protestas feministas del país. Como resultado, el gobierno surcoreano implementó un escuadrón especial de mujeres inspectoras que revisan baños y vestuarios públicos, además de endurecer las penas contra los delitos relacionados con cámaras ocultas. En China, aunque la situación no había alcanzado esas proporciones —al menos públicamente—, el caso de Sister Hong ha expuesto la vulnerabilidad tecnológica y legal que permite que estas prácticas prosperen. Imagen | Marcos Merino mediante IA En Xataka | El regulador de Internet chino obligará a que los algoritmos de recomendación promuevan los "valores sociales predominantes" - La noticia El escándalo de 'Sister Hong' en China: disfrazándose de mujer, grabó a cientos de hombres para vender sus vídeos sexuales online fue publicada originalmente en Genbeta por Marcos Merino .