En plena era digital, la duración de la batería del móvil sigue siendo una de las principales preocupaciones de los usuarios. Aunque los fabricantes de smartphones trabajan sin descanso para mejorar la autonomía de sus dispositivos, la mayoría de nosotros sigue recurriendo a trucos caseros para que el teléfono aguante unas horas más. Uno de esos métodos que cada vez están cogiendo más fuerza, poco conocido pero muy efectivo, consiste en colocar el teléfono móvil boca abajo cuando no lo estás usando. Puede parecer un simple gesto sin importancia, pero tiene una explicación técnica muy clara: la Face Down Detection, o más conocida en español como detección de 'cara abajo'. Se trata de una función que integran desde hace tiempo tanto los teléfonos con sistema operativo Android como los que tienen iOS. La mayoría de smartphones actuales cuentan con sensores de proximidad, movimiento y orientación que les permiten saber cómo están colocados en una superficie. Cuando el dispositivo detecta que está apoyado con la pantalla hacia abajo en una superficie plana (como una mesa), automáticamente activa un modo de ahorro de batería que evita que la pantalla se ilumine con cada notificación. Esto significa que, si colocas el teléfono con la pantalla hacia abajo sobre una mesilla o un mueble, el sistema entiende que no necesitas ver inmediatamente las alertas que lleguen, y por tanto bloquea el encendido automático de la pantalla. Al evitar esa activación constante, se reduce considerablemente el consumo de energía y se puede alargar la batería, especialmente en el caso de todas aquellas personas que reciben muchas notificaciones a lo largo del día. Una de las principales dudas que siempre se hacen los usuarios es si al aplicar este truco van a dejar de enterarse de los mensajes, las alertas y las llamadas que reciben, y la respuesta es que no. Aunque la no se encienda y no veas esas notificaciones entrantes, el móvil seguirá vibrando o sonando si lo tienes configurado así. Lo único que se evita es el encendido de la pantalla constantemente, que es una de las funciones que más batería consume en el día a día durante el uso de los terminales, especialmente en todos aquellos que son más modernos (y que cuentan hoy en día con pantallas OLED o AMOLED, tecnológicamente más desarrolladas). Es decir, si tienes esa duda puedes quedarte tranquilo, ya que puedes seguir recibiendo notificaciones sin problema, siempre que no tengas el móvil en silencio total. Este truco está especialmente pensado para quienes trabajan con el móvil cerca, pero no necesitan estar mirando constantemente cada mensaje o alerta que llega y puede ser ideal para oficinas, reuniones o entornos tranquilos. Por si fuera poco, además de alargar la vida útil de tu dispositivo, colocar el móvil boca abajo también tiene una ventaja extra añadida: reduce las distracciones visuales. Al no encenderse la pantalla con cada notificación, se evita ese reflejo de luz que capta tu atención de forma casi automática estás donde estés. Es una opción especialmente útil en reuniones, durante el estudio o incluso cuando estás intentando descansar. Además, para quienes tienen activado el modo "Always On Display" (o Pantalla Siempre Activa), dejar el móvil boca abajo puede suponer un ahorro aún mayor, ya que algunas marcas desactivan automáticamente este modo al detectar que la pantalla está tapada o no visible. Si bien es cierto que poner el móvil boca abajo no sustituye a otro tipo de configuraciones que podrían llegar a ser más efectivas como el modo oscuro, hacer este gesto es fácil, rápido y gratuito. Además, puede ayudarte a rascar minutos e incluso horas extra de autonomía a lo largo del día. Por lo que, la próxima vez que dejes el teléfono sobre la mesa, recuerda: con tan solo ponerlo boca abajo, puedes alargar su batería sin dejar de estar conectado.