Uno de los objetivos que ha ido implantando la ciudad del turismo ha sido la desestacionalización de la oferta turística, una meta que supera de manera progresiva. Y es que la temporada baja es casi una leyenda en Benidorm como constatan sus datos de ocupación o los medidores tan precisos como la generación de residuos urbanos. Este primer semestre del año la ciudad ha generado 26.105 toneladas, 900 más que el año anterior por estas fechas.