El 'pueblo de los músicos': tiene menos de 600 habitantes y casi todos tocan un instrumento

En lo más profundo de la Alpujarra almeriense, rodeado de cerros, huertos y casas blancas de herencia árabe, se encuentra Alboloduy, un pequeño municipio andaluz que ha hecho de la música su seña de identidad . Con apenas 600 habitantes, este pueblo ha logrado mantenerse vivo y unido gracias a la música. Gracias a su banda, este pueblo fue apodado como 'El pueblo de los músicos' por periodista Tico Medina, en un documental sobre la Alpujarra que realizó para TVE a finales de los años 60. En cada casa de Alboloduy hay, al menos, un músico. De los 583 vecinos censados en 2024, más de 65 forman parte activa de la banda municipal 'La Mezquita' , y más de 80 estudian en la escuela de música del pueblo. Alrededor del 20% de la población ya es músico, y otro 10% está en camino de serlo. Lo más sorprendente es que esta pasión no distingue edades, hay miembros de la banda van desde los 11 hasta los 70 años . Incluso los que emigraron por trabajo o estudios regresan al pueblo siempre que pueden para ensayar, tocar o simplemente compartir la emoción de la música con los suyos. La música ha servido como hilo conductor entre generaciones y como una herramienta de cohesión social. Ensayos y actuaciones se han convertido en verdaderas reuniones familiares, donde jóvenes y mayores comparten atriles y compases. La música, en Alboloduy, es algo más que arte, es su columna vertebral. La historia de esta pasión colectiva no es reciente. Se remonta a más de 120 años atrás. Ya a finales del siglo XIX hay registros de una banda de música en Alboloduy, aunque su actividad se interrumpió en los años 70. No obstante, en 1982, un grupo de antiguos miembros y un grupo de niños devolvieron el aliento a 'La Mezquita', nombre de la banda actual. Desde entonces, la formación ha crecido y evolucionado, y hoy cuenta con una escuela de música propia, fundada en 2006, que ofrece clases de lenguaje musical, armonía y especialidades instrumentales de viento-madera, viento-metal y percusión. Sus profesores son músicos titulados, y su objetivo no es otro que garantizar que la tradición continúe. La banda tiene además una destacada presencia en la Semana Santa almeriense . A lo largo de los años ha acompañado procesiones no solo en su pueblo, sino también en municipios como Cuevas del Almanzora, Sorbas, Vera, Garrucha, Oria o Carboneras, además de participar activamente en las celebraciones de la capital almeriense. Además, Alboloduy atesora un importante patrimonio cultural, arquitectónico y natural. Su iglesia parroquial, dedicada a San Juan Bautista, es una majestuosa construcción neoclásica diseñada por el arquitecto Domingo Thomas entre 1796 y 1802. También destacan la Torre del Reloj , situada en un punto elevado del pueblo, y el l avadero de Los Caños , un conjunto hidráulico tradicional que incluye la Fuente de los Siete Caños, un antiguo abrevadero y una pila de lavado. Todo el sistema se nutre de una espectacular galería de origen medieval excavada en la roca, con una longitud de casi cuatro kilómetros. Entre los encantos naturales de la zona se encuentra La Balsica Salobre , un pequeño manantial de aguas sulfurosas que brotan en la vereda de Alcozayar, a poca distancia del pueblo. Este rincón escondido es solo una muestra de los contrastes del paisaje que rodea Alboloduy, ideal para el senderismo, el descanso y la conexión con la naturaleza. Alboloduy lleva años apostando por el turismo enológico como vía de desarrollo sostenible. Varias bodegas locales abren sus puertas a los visitantes, ofreciendo la oportunidad de conocer sus viñedos, degustar vinos de la tierra y disfrutar de la gastronomía típica de la zona, con influencias árabes y productos de proximidad.