Sin lugar a dudas uno de los problemas más molestos y habituales que se pueden sufrir durante el verano es la retención de líquidos. Esa sensación de hinchazón, de piernas pesadas, como si costara moverse, se convierte en el día a día de muchas personas cuando suben las temperaturas. Aunque suele relacionarse con el consumo de sal o una mala hidratación hay muchos otros factores que son igualmente importantes y que para muchas personas a veces pasan desapercibidos.