Casas derruidas, poca luz al caer la noche, inquietud, suciedad, abandono. El Casco Antiguo de Alicante en 1975 era una zona incómoda para el ojo del alicantino, que veía cómo la zona más ilustre de la ciudad se deterioraba a pasos agigantados sin que ninguna autoridad interviniera. La actualidad, y el futuro, del célebre «barrio» se sometía a debate en INFORMACIÓN tal semana como ésta pero de hace 50 años. Varios eran los profesionales que analizaban la situación de un enclave único.