Convertida en una de las provincias más montañosas de toda España, Málaga cuenta con innumerables opciones de piscinas naturales, pozas y cascadas que permiten a los amantes de la naturaleza y la tranquilidad disfrutar de la cara más salvaje e inexplorada del territorio, en la que escapar de las altas temperaturas sin sufrir la masificación que presentan la mayoría de playas y entornos de la zona durante estas jornadas veraniegas.