Si hay un tren que parece gafado, esos son los Avril. La denominada serie 106 con la que Renfe estrenó el AVE a Vigo con una demora de más de dos horas por una avería no ha dejado de ocupar titulares por los retrasos en su puesta en servicio o su falta de fiabilidad. De hecho, la compañía tuvo que reducir su compromiso de puntualidad el pesado verano y hasta el 9 de junio no desplegó toda su oferta comercial a Galicia con estos nuevos convoyes. Sin embargo, pese al éxito en cifras de viajeros y el histórico sorpasso al avión, los problemas han vuelto.