Un hombre natural de Zaragoza y de 63 años murió el pasado domingo cuando estaba ayudando a un amigo en una explotación apícola a dar a los insectos su medicación. Un enjambre de abejas atacó al varón , que fue trasladado al centro de salud de Muniesa, situado a unos 20 minutos de donde se produjo el suceso, pero el personal sanitario no pudo salvarle la vida. Los médicos le administraron adrenalina por vía intravenosa para revertir la parada cardiorrespiratoria en la que entró poco después de perder el conocimiento, y también iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). No fue posible, el paciente no llegó a recuperar la consciencia en ningún momento y certificaron su muerte en el centro de salud. El suceso tuvo lugar en Alcaine, un pequeño pueblo de Teruel de las Comarcas Mineras y al que la víctima acudía con frecuencia los fines de semana. De hecho, fuentes locales confirman que el hombre recibió al menos dos picaduras en el rostro que le provocaron una reacción severa y dificultades respiratorias. Y ha sido el propio alcalde de Alcaine, Carlos Pardo, quien ha confirmado que el fallecido era una persona muy vinculada al municipio, que tenía la costumbre de acudir allí para pasar días de familia y amigos en la localidad turolense. El fallecido, que responde a las iniciales de F. G., «era muy querido -afirmó el primer edil-. Su muerte ha sido un golpe muy duro», reconoció Pardo.