El caso Rivas y la justicia de costureras

Juana Rivas podría y acaso debería haber vuelto a prisión, o al menos a reclusión domiciliaria, no por la condena de la que fue indultada –sustracción de menores, una zarandaja– sino por el incumplimiento reiterado de resoluciones judiciales durante el tiempo de observancia establecido en las reglas de la medida de gracia bajo riesgo de reversión automática. En ese sentido, la justicia que tanto critican ella y sus espontáneos seguidores ha sido benigna, aunque ya esté admitida una nueva querella por el mismo delito en la Audiencia granadina. Al final alguien le ha debido aconsejar que siquiera por esta vez acepte comportarse como los tribunales le obligan y continúe su batalla legal en la forma debida. Bien está, por más... Ver Más