Aunque tienen tablas más que de sobra encima de un escenario, este mediodía las integrantes del grupo de teatro sartagudés A Vereda reconocían, momentos antes de lanzar el chupinazo, estar “un poco nerviosas, pero muy ilusionadas y contentas”. De hecho, no han parado de saltar y bailar hasta que han apagado la música a las 12.00 horas en punto y les han dejado el micrófono.