Luisa Almaguer se describe como “vieja trans, cantante, locutora y vegana”. Ella es una artista mexicana que, además de formar parte del colectivo intercultural y musical Africa Express —proyecto encabezado por Damon Albarn, creador de Blur y Gorillaz—, mantiene de forma paralela su propuesta artística como solista.Antes de su participación con Africa Express, el 26 de octubre en Guanajuato, como parte de la clausura del Festival Internacional Cervantino, la cantautora se presentará en el escenario del Centro Cultural de España en México (CCEMx) junto a la banda española Viuda, espectáculo gratuito que se llevará a cabo el viernes 29 de agosto, a las 20:00 horas.¿Cuáles son los próximos planes de Luisa Almaguer?Como parte del ciclo musical Inercias, en el que convergen talento mexicano y español, Luisa expresa su emoción, “porque tengo rato de no tocar en México. En verano estuvimos de gira por Europa con Africa Express, donde estuve cantando mucho, pero no mis rolas. Estaré compartiendo escenario con Viuda, unas chicas que están haciendo gira por acá, mujeres rockeronas que les gusta también el ruido”. Sobre este concierto, se podrá escuchar música de sus dos discos Mataronomatar(2019) y Weyes(2024). Su potente y profunda voz navega entre la riqueza sonora, fusionando elementos del folk, shoegaze y grunge, lo que tendrá como resultado “un show más ecléctico”.Sin embargo, en entrevista, Luisa Almaguer también profundiza sobre sus intereses musicales y temáticas, algunas de ellas relacionadas con la angustia que le generan los conflictos políticos, sociales o el cambio climático, así como el amor, el desamor o sus experiencias como mujer trans. Weyeses una exploración íntima sobre tus relaciones, ¿cómo fue adentrarse en esas heridas?Cuando estoy más triste, más quebrada, es cuando necesito más de la música: acercarme más al teclado y componer como para curarme y ayudar a entender un poco más lo que me pasa, lo que fue el caso de este disco, que tardó varios años en gestionarse y gestarse por la situación de la pandemia y del dinero, pero tuve tiempo de repensar las canciones, de repensar lo que queríamos hacer. Es un disco completo y pensado. ¿Qué retos enfrenta una mujer trans en lo creativo?Hablando de México, ser mujer o mujer trans es complejo y hasta difícil, ¿se vive de igual manera en la parte creativa y musical?Yo creo que sí. El hecho de que hayamos tan pocas mujeres trans que estamos haciendo música y que podemos vivir de nuestra música, pues es el reflejo justo de lo que pasa. Sabemos que el fascismo y la ultraderecha han regresado, y, en ese sentido, se tiene en la mira a lo que se considera actualmente como dos grandes enemigos: los migrantes y las personas trans.Estamos viendo cómo se nos criminaliza y se nos sigue humillando, porque vemos que los derechos conseguidos también se nos pueden ir para atrás. Ejemplo de ello es Estados Unidos; en ese sentido, estamos en la constante batalla por el simple hecho de existir, y con personas que básicamente nos quieren muertas porque lo trans les genera demasiado ruido y suele ser difícil; también en la música, porque la transfobia es algo que vivimos todos los días, incluso de personas que considerábamos aliadas.¿Por qué consideras que las personas trans generan “ruido”?Porque somos la metáfora de lo posible, como bien dice mi compañera Jessica Marjane, y esa posibilidad de libertad y de elección va en contra de todo lo que significa el fascismo. Y es eso, que desde lo personal rompemos con eso que nos dijeron que teníamos que ser. Las mujeres trans rompemos con todo eso y eso genera miedo al poder, pero seguimos existiendo y resistiendo y eso pone en jaque a los machos con un cacahuate en el cerebro que están dirigiendo el planeta.¿Qué experiencias te deja Africa Express y esa cercanía con voces de otras latitudes?Todo. Si yo pensé que sabía algo sobre la música, realmente no sabía nada, y ahora siento que este tour fue como asistir a la universidad y algo completamente intenso y bello, donde lo primordial es la música. En un momento, de quienes también dirigen las grandes plataformas y de alguna manera lo que se escucha o no en el mundo, pareciera que están más interesados en la guerra y en invertir en armas, y que lo que menos les importa es la música. En ese sentido, cuando hay un proyecto donde eso es lo único que importa, también es algo radical y algo político, porque hay personas afro y latinas conviviendo y haciendo música, y disfrutando, cantando y gozando, así que es una manera maravillosa que me ha mostrado que la música también es resistir y que se puede ser político solamente por estar en un escenario y cantar. Todavía hay estos oasis. View this post on Instagram A post shared by Luisa Almaguer (@almaguerluisa) hc