La mañana del 29 de agosto de 1963, un comando guerrillero asaltó el Policlínico Bancario y se llevó 14 millones de pesos destinados a los sueldos de los empleados en una operación que debía salir “limpia” pero que terminó con dos muertos y cuatro heridos. Sin la verdad, el comisario Evaristo Meneses fraguó una investigación para culpar a dos ladrones famosos, pero la pista de unos billetes en París dio vuelta el caso, permitió descubrir a los guerrilleros y puso en ridículo al policía