La educación superior se encuentra en un punto de quiebre en el que cada vez es menos sostenible un solo modelo, un solo estilo de aprendizaje para todos los estudiantes, un solo bloque de conocimiento. Dentro de poco, la estructura educativa tradicional definirá cada vez menos el itinerario de aprendizaje de los individuos.Mientras que la ciencia y la tecnología avanzan a ritmos vertiginosos, es imprescindible que tanto universidades como centros de investigación, junto con su cuerpo de estudiantes y catedráticos, se adapten rápidamente a esta realidad cambiante y a las nuevas y diversas interpretaciones del mundo.Para que este ideal sea una realidad —donde los profesores se actualizan constantemente y conocen los cambios más recientes en ciencia y tecnología y los estudiantes se convierten en aprendientes sempiternos natos—, el paso obligado es la adopción estratégica de la tecnología que permita este alto nivel de adaptabilidad.En otras palabras, la integración de la tecnología en los entornos de aprendizaje hará posible una adaptación al ritmo, el contenido y los intereses de los estudiantes quienes, a su vez, habrán incorporado la exigencia de un aprendizaje permanente para seguir el paso al cambiante conocimiento sobre el mundo.El punto de partida de las generaciones más jóvenes accediendo a la educación superior es completamente distinto al de las generaciones anteriores. Como nativos digitales, han tenido la tecnología totalmente integrada en la mayoría de los aspectos de sus vidas, así que ¿por qué iban a esperar otra cosa en lo que respecta a su experiencia educativa?En este punto de inflexión, la adopción tecnológica en el campus es una inversión estratégica y necesaria que sirve a todos los estudiantes y académicos, además de que reduce las barreras para promover la inclusión. Con tecnologías como el cómputo en la nube, el Internet de las cosas (IoT), el big data y la inteligencia artificial (IA) implementadas en campus de todo el mundo, la educación inteligente tiene como destino prosperar. Las universidades y otras instituciones de educación superior saben que deben aprovechar la oportunidad que tienen ante sí, pero proporcionar una red de campus inteligente que pueda soportar estas tecnologías de información y comunicaciones (TIC) de vanguardia, al mismo tiempo que sea sencilla, flexible y fácil de gestionar, no es una tarea sencilla. La solución de redes de campus convergentes para la educación superior de Huawei ofrece switches de campus, puntos de acceso AirEngine Wi-Fi 7 y un gestor de redes excepcional —iMaster Network Cloud Engine (iMaster-NCE)— que posibilita una gestión refinada basada en la identidad de los usuarios y cobertura inalámbrica, todo dentro de un modelo de red definida por software (SDN) que utiliza la tecnología de red de área local extensible virtual (VXLAN). Esta solución ofrece un ancho de banda Gigabit a los alojamientos estudiantiles y una velocidad de 10 Gbps en las aulas, para dar soporte a todos los escenarios del campus.En términos simples, múltiples redes que portan diversos servicios, como la enseñanza, la investigación e IoT, se integran para construir una red unificada en los campus universitarios. No sólo se trata de una red simplificada, cuenta con una gestión y mantenimiento sencillos y con todos los elementos para mantener seguro a todo el campus.La educación superior se puede transformar de manera profunda y tener la capacidad de adaptarse a todos los desafíos la educación del futuro. La tecnología es el elemento capaz de crear una experiencia más personalizada, más accesible y más atractiva para los estudiantes, así como de ofrecer las condiciones que favorezcan la mejor clase posible. El camino hacia una integración tecnológica eficaz no solo implica adoptar nuevas herramientas, sino también fomentar una cultura de la mejora e innovación continuas. Aprovechar estas oportunidades conduce a un futuro más brillante e inclusivo para los estudiantes, académicos e investigadores.Contenido patrocinadoGCM