Tipos de chiles que se hacen en conserva: escabeche, encurtidos, en adobo y más

Elena Gutierrez Guardar chiles en conserva es una costumbre muy arraigada en la cocina mexicana. Estas preparaciones permiten que los chiles duren más tiempo, además de darles un sabor especial que realza distintos platillos. Según el método que se elija (escabeche, encurtido, adobo o secado) cambia el gusto, la textura y la manera de usarlos en la mesa. Esta forma de conservación ha permitido usar de múltiples maneras los chiles , incorporándolos en platos dulces, salados, botanas y hasta bebidas Conservas para chiles ¿Qué es el escabeche? El escabeche es una de las formas más conocidas para conservar chiles. Consiste en cocerlos junto con otras verduras en una mezcla de vinagre, agua, sal y especias. Se acostumbra incluir zanahoria, cebolla y ajo para dar más sabor. Entre los chiles más usados están el jalapeño, el serrano y el güero, que combinan muy bien con el vinagre y las hierbas aromáticas. Una vez preparados, los frascos se llenan con la mezcla caliente y se dejan reposar hasta que los sabores se concentran. Los chiles en escabeche suelen acompañar tacos, tortas o comidas rápidas, ya que aportan un contraste ácido y crujiente. Si se guardan en frascos limpios y bien cerrados, pueden durar varias semanas y hasta meses en refrigeración. ¿Qué son los encurtidos? Los encurtidos son otra manera popular de conservar chiles. A diferencia del escabeche, no siempre requieren cocción: basta con sumergir los chiles en vinagre o en agua con sal para que adquieran un sabor ácido. Se pueden encurtir jalapeños, serranos, de árbol e incluso habaneros. Hay quienes prefieren un encurtido rápido, listo en pocos días, y otros que dejan que los chiles se conserven más tiempo para intensificar el sabor. El resultado es un chile con textura firme y un gusto fresco que combina bien con guisos, carnes asadas, sándwiches y sopas. Para evitar problemas, siempre es recomendable guardarlos en refrigeración y asegurarse de que los frascos estén limpios. ¿Qué es un adobo? El adobo es una preparación espesa que mezcla chiles secos, vinagre, especias y ajo. Esta salsa se utiliza tanto para dar sabor como para conservar. Uno de los ejemplos más conocidos es el chipotle en adobo, un jalapeño ahumado cubierto con esta mezcla. Los chiles secos como el guajillo, el pasilla o el ancho también se usan en adobos que se convierten en la base de muchos guisos. El adobo se prepara moliendo los chiles con los condimentos y cocinando la mezcla hasta que espese. Esta conserva se aprovecha para marinar carnes, dar sabor a sopas o preparar salsas intensas. En refrigeración dura varias semanas, y para conservarlo más tiempo se puede congelar. Otras formas de conservar chiles Secado: es un método muy usado y consiste en dejar que los chiles pierdan toda su humedad. De esta forma pueden guardarse por meses o incluso más. Algunos de los más comunes son el chile ancho (poblano seco), el guajillo y el pasilla. Congelación: también es posible congelar chiles frescos. Este método es práctico porque conserva su sabor y es útil cuando se quieren usar después en guisos o salsas. En aceite: otra opción es sumergir chiles en aceite, a menudo con hierbas o ajo. Aunque se obtiene un sabor muy agradable, es importante mantenerlos siempre en refrigeración para evitar que se echen a perder. Las distintas formas de conservar chiles permiten disfrutar de su sabor durante todo el año. El escabeche es ideal para quienes buscan acidez y textura crujiente; los encurtidos son frescos y rápidos de preparar; el adobo ofrece un sabor más fuerte y concentrado; mientras que el secado, la congelación y el aceite son opciones prácticas para tener chiles listos en cualquier momento. Cada técnica responde a necesidades distintas y todas tienen en común el deseo de mantener vivo un ingrediente esencial en la cocina mexicana . No te pierdas este video: Contenidos Relacionados: 7 datos sobre el chile mexicano; pierde variedad por no saber usarlo Al chile… hay que darle su valor, checa estos datos