La tarde del 30 de agosto, el líder de la Revolución Rusa fue herido gravemente por una mujer que le disparó cuando salía de pronunciar un discurso. Poco después detuvieron a Fanya Kaplán, quien confesó ser la autora del atentado y aseguró que había actuado sola. La mataron tres días después sin siquiera ser interrogada seriamente. Las dudas sobre los posibles ideólogos y una respuesta que debió esperar 40 años