Famoso por sus calles pintorescas, ferias gastronómicas y cultivo de la manzana criolla o rayada, endógena de la región que es base para la elaboración de néctares y sidra, el pueblo mágico de Zacatlán de la Manzanas, Puebla, enfrenta los retos de la expansión de la mancha urbana, cambio climático y ocupación de su superficie agrícola por otras variedades del fruto e incluso de otros alimentos como pera, aguacate y blueberries, que representan para los agricultores mayor ingreso. “La manzana criolla, que fue introducida por los franciscanos en el siglo XVll aprovechando el clima templado de la sierra poblana para su adecuada madurez, empezó a ser desplazada por cultivos más rentables, debido a que los pequeños productores que son los que se dedican a la actividad, no cuentan financiamiento, infraestructura de riego e invernaderos para aumentar su producción y rendimiento por hectárea”, comentó a MILENIO el investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, Pedro Ponce Javana.Explicó que en el caso de las variedades gala, golden delicious, top red, red delicious y starking que agroindustrias introdujeron en Zacatlán en huertos controlados o invernaderos, se tiene un rendimiento por hectárea sustancialmente mayor lo que está incidiendo en el desplazamiento de la especie originaria de Zacatlán y de Huejotzingo que se cultiva por temporal y es lo que al final no permite que caiga la producción total.De acuerdo con cifras de la Dirección General del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (Sader), en 2024 se produjeron 8 mil 57 toneladas de manzana (sin decir variedad) en el municipio de Zacatlán, 2.1 por ciento menos de lo se tuvo en 2019.“Por la importancia de la manzana criolla en tradición, elaboración de néctares y sidra de alta calidad, su preservación debe ser parte importante de las políticas públicas de desarrollo rural donde los pequeños productores sean atendidos con programas diferenciados que les permitan equipamiento agrícola accesible para impulsar su producción”, subrayó. Mancha urbanaEl investigador destacó que dentro de los 60 municipios productores de manzanaen el estado de Puebla, Zacatlán se sitúa como líder de la especie criolla en una extensión de mil 865 hectáreas que por desgracia paulatinamente se está reduciendo por la expansión de la mancha urbana, poca rentabilidad de las cosechas e introducción de cultivos alternos como los blueberries orgánicos que en la superficie agrícola del pueblo mágico ya ocupan 600 hectáreas. “Tan sólo en berries se alcanzaron ya las mil 800 toneladas en un corto plazo, frente a las ocho mil toneladas de producción de manzana criolla en Zacatlán que en su mayoría se destinan a la elaboración de sidra en sus diferentes presentaciones y cuya producción se mantiene en 320 mil botellas anuales”, dijo. Incluso datos de Sader apuntan que frutos como la pera y el aguacate también le están ganando poco a poco terrenos por ser más rentables; de 2019 a 2024 se incrementó la producción de estos alimentos 10.2 y 56 por ciento, respectivamente.Ponce Javana advirtió que de continuar esta tendencia de cultivos exógenos en Zacatlán, la producción de manzana criolla se limitará a atender la demanda de laagroindustria de néctares y sidra instalada en la entidad e incluso podría ser sustituida por frutas híbridas con similar acidez que ya ofrecen invernaderos de municipios aledaños.Pierden la batallaJosé Pablo Cruz Hernández, productor de manzana criolla en Zacatlán y Aquixtla, asentó que por falta de apoyos en fertilizantes, equipo agrícola e infraestructura para invernaderos, el rendimiento por hectárea de la manzana criolla apenas alcanza las cinco toneladas, frente a las 25 de la agricultura tecnificada de otras variedades del fruto que por ser dulces y de mayor calidad se venden por caja de 30 kilogramos en entre 500 y 700 pesos, frente a la rayada que difícilmente alcanza un precio de 200 pesos por caja. “Lamentablemente estamos perdiendo la batalla ante otras variedades de manzana que se producen en invernaderos con temperatura controlada y no les afecta el cambio climático frente a los pequeños productores que sembramos por temporal con mínimo rendimiento por hectárea y en ocasiones con menor calidad por sequía o exceso de lluvia”, expuso.Asentó que frente a la competencia y poco rendimiento por hectárea de la manzana criolla, muchos de sus compañeros en Zacatlán están optado por cultivos más rentables como son los berries, maíz, frijol, haba, papa, pera, aguacate y tomate con el riesgo de que el pueblo mágico pierda su atracción de su fruta endógena que es lo que le ha dado presencia internacional. Sin embargo, el productor enfatizó que la producción de manzana criolla puede tener un buen futuro de otorgarle apoyos a los agricultores para que al igual que otras variedades del fruto que se han introducido, alcancen las 25 toneladas por hectárea y la producción del fruto endógeno pueda aumentar de ocho mil toneladas anuales a más de 20 mil con ingresos que solo en Zacatlán superarían los 120 millones de pesos.Mencionó que además de la introducción de otras variedades del fruto en Zacatlán y ocupación creciente de la superficie agrícola para la siembra de berries, se enfrenta también el reto de frenar la expansión de la marcha urbana que está devorando los campos agrícolasen torno al pueblo mágico por lo que han solicitado a las autoridades un programa permanente de ordenamiento territorial. “Zacatlán de las Manzanas no sólo es cultura frutícola y tradición, sino productor de un fruto característico en acidez, ideal para la elaboración de néctares, postres, licores y sidras cuya calidad le ha permitido ganar prestigio internacional y de ahí la importancia de apoyar su producción para que continúe como importante centro turístico y la manzana criolla empiece a recuperar terreno frente a otros cultivos”. Inseguridad, foco rojoÁlvaro López Ríos, secretario general de la Unión de Trabajadores Agrícolas (UNTA), señaló que aunque Puebla se mantiene en el tercer lugar como productor de manzana a nivel nacional después de Chihuahua y Coahuila, el problema de la inseguridad inhibe la actividad agrícola que es un punto que deben resolver las autoridades competentes.Precisó que los costos de producción están directamente vinculados a extorsiones, acceso a los terrenos y a la comercialización lo que eleva el precio de los productos y pérdida de competitividad frente a productores de otros estados.“Aunque es intensa la actividad agrícola en maíz, manzana y hortalizas, ésta podrá ser mucho mayor si se frena la inseguridad que para el sector agrícola significa robo de cosechas, maquinaria e incluso fertilizantes cuyo valor es imposible de cuantificar debido al temor a denunciar”.El dirigente detalló que en 2024 la producción de manzana en México alcanzó las 819 mil 533 toneladas de las cuales Chihuahua produjo 740 mil 226 toneladas, seguido de Coahuila con 45 mil toneladas y Puebla con 34 mil con miras a crecer potencialmente siempre y cuando se reduzca la inseguridad en sembradíos y caminos rurales que ya son centro de ataques de bandas criminales.AG