Tan cierta como la reducción de la pobreza es la carcachización de México. Basta levantar la vista para encontrarlo más desmedrado, despintado, inundado, seco, mal iluminado, mal señalizado, falto de mantenimiento y plagado de baches. La presidenta Sheinbaum delineó ayer desde una de esas zonas del Estado de México alejadas de la mano de Dios el objetivo de que, “a mediados, quizá, del próximo año, podemos haber hecho una rehabilitación de todas las carreteras federales de nuestro país; en algunos casos, repavimentación profunda; en otros casos, bacheo”. Veremos, pero parece un objetivo imposible de cumplir, incluso si hubiera decisión y logística. ¿Cuántos miles de millones de pesos se requerirían?, ¿de dónde saldrían? En breve conoceremos el presupuesto 2026, tal vez ahí resalte el programa que sacará al país del grave problema de los cráteres que afectan prácticamente a cada mexicano. En Europa fue nota de portada esta semana la afirmación del canciller alemán Friedrich Merz de que el Estado del bienestar es insostenible (se refiere al mítico Estado alemán del bienestar): porque no se puede seguir gastando más de lo que la economía produce. ¿Qué está produciendo nuestra economía como para soñar con un futuro sin baches? Para revertir la galopante carcachización de México, llamémosla así. Columnista: Ciro Gómez Leyva Imágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0