Los desiertos y el agua

Hay un pueblo hoy que golpea la roca y, Dios mediante, el agua seguirá siendo pura para la vida, esa vida que "se hizo" y seguirá siendo. Será así por nosotros, por los que vienen detrás nuestro y por los que nos dejaron este oasis que llamaron Mendoza (del nuevo Valle de Rioja) y que también otros llamaron Ciudad de la Resurrección en el Valle de Huarpes.