No es una novedad en el mundo que las repúblicas democráticas fallen y tengan que evolucionar a otras formas de gobierno hasta regresar para volverse a descomponer. Pero es quizá momento de aprender qué limites deben imponerse a la libertad y a la democracia. Para ello, siempre es importante volver a ciertas preguntas esenciales que hay que recordar. ¿Para qué se inventó el Estado? La respuesta es para la protección de los individuos y familias, tanto de otros grupos como de individuos, desde el mismo grupo. Para ello se han probado a lo largo de miles de años distintas maneras de gobernar. Nadie sabe cuál es la mejor, pero como dijo Churchill , ésta puede ser la menos mala. Discrepo, creo que al señor Churchill le faltó conocer a los partidos políticos hispanoamericanos y a sus líderes, tal vez hubiera cambiado de opinión. La democracia moderna se ha basado en tres principios fundamentales, la igualdad de los individuos ante la ley y la de la tolerancia y protección a las minorías. El problema que ha surgido bajo esto es que se deja la cancha libre para plantear la batalla política, donde, sin duda, el tramposo tiene las de ganar. El sistema abierto y sin restricciones de la democracia actual permite la competencia entre una persona honesta y honorable contra una que engaña, usa recursos de dudosa procedencia y fuera de la ley, inventa problemas y enemigos porque el fondo es ganar el puesto. Entonces, tener a las mejores personas haciendo un sacrificio personal para conducir al Estado ya no es una realidad. Bajo esta tesitura, ¿es el mejor camino? Durante el último cónclave, que siempre es muy interesante, alguien preguntó en X ¿estaremos viendo la mejor manera de formar un Estado? Tienes a 133 hombres, casi todos con doctorado en teología, derecho o filosofía escogiendo al mejor líder, ¿hace más sentido al garantizar la selección de los mejores? Me pareció interesante la reflexión porque no es menor. ¿Hoy la política en el mundo tiene a los mejores miembros de la sociedad? No. De hecho, hay una crisis en los partidos para atraer jóvenes a la política. Diego Fernández de Cevallos ha sido muy enfático en pedir más participación a los jóvenes de bien. Pero el actual estado de la democracia en México y el mundo ha generado pantanos donde ya pocos quieren meterse. O te comes o te manchas. Aristóteles en su obra Política habla y describe las distintas formas puras de gobierno que existían hace dos mil quinientos años. La monarquía, que es cuando una persona actúa en beneficio de todos, es idónea cuando el monarca es una persona justa y virtuosa. La aristocracia, que es el gobierno de pocos, selectos por sus virtudes y capacidades para gobernar al resto, es ideal en un sistema meritocrático. La Politeia o república, donde todos participan vía democráticamente, es idónea en una sociedad que trabaja para el bien de todos y no de un grupo. Pero también Aristóteles identificó que estas tres formas de gobierno se pueden corromper descomponiendo su objetivo y esencia. La historia le dio la razón; la monarquía corrompida se convierte en tiranía ( Marco Aurelio vs . Cómodo ), la aristocracia corrupta de vuelve en una oligarquía (muchas dinastías europeas) y la democracia cuando se corrompe se convierte en Politeia corrupta o demagogia (Venezuela y Nicaragua). Hoy todos salimos a defender la democracia como un ideal, pero paramos poco para saber si estamos frente a una Politeia corrupta y si no vale la pena reestructurar nuestro sistema para poner restricciones de entrada y de operación a los políticos actuales, que garantice el gobierno de los mejores. Ya se ha hecho en otras formas de gobierno. Las monarquías básicamente han desaparecido y las que existen en Occidente tienen restricciones que fueron contramedidas para evitar que la forma pura se convirtiera en corrupta. ¿Nos gobiernan los mejores? ¿Deben tener derecho de votar o ser votados todos los ciudadanos por igual? ¿Debería haber requisitos mínimos de formación y educación para votar y ser votado? ¿Deben tener derecho a voto quienes más se benefician del Estado en términos de recursos? ¿No es esto un conflicto de interés? En mi opinión el mundo está en plena Politeia corrupta. Columnista: Luis F. Lozano Olivares Imágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0