De 75 a 80 por ciento de las personas que se someten a una cirugía plástica cosmética presentan un trastorno dismórfico, esto es, una preocupación por tener defectos físicos que para otros podrían carecer de importancia, subrayó Mariblanca Ramos Rocha, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).