Hermann Bellinghausen: Palestina, acto final del colonialismo blanco

El desastre humano, ético, ambiental y cultural que atestiguamos en Gaza, a distancia, pero en vivo, corona la era del colonialismo y confirma que el Homo sapiens occidental no aprende, no escarmienta y no tiene remedio. Siempre gana matando. Por simplificar, convengamos que el colonialismo, de estricta matriz europea, consiste en que una nación se arroga el “derecho divino” de ocupar la tierra de otros, a quienes deshumaniza, aniquila o esclaviza para expandir la dimensión de su dominio.