La Liga Mx tiene un nuevo ídolo. El francés Allan Saint Maximin aterrizó en el nido de Coapa decidido a montarse la capa de superhéroe y en dos presentaciones tiene sendos goles que han inyectado gran entusiasmo en la mitad de los aficionados al futbol mexicano. Mientras, el antiamericanismo, la otra mitad, y particularmente la parcialidad de Chivas, esgrime amarga sonrisa, porque su equipo juega bien, es agradable verlo inflar el pecho sin complejos ante los favoritos y observar cómo su velocidad pone en apuros a planteles millonarios, plagados de foráneos, pero se trata de un rebaño desbocado que no sabe ganar y es colero junto con Querétaro y Puebla.