La Revista del Consumidor, con el análisis de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), examinó cómo la obsolescencia programada afecta dispositivos electrónicos y electrodomésticos, generando gastos recurrentes y aumentando la producción de basura electrónica con impactos negativos en la salud y el medio ambiente.Además, Profeco identificó prácticas para prolongar la vida útil de los productos, promoviendo el consumo responsable, la reparación, el reciclaje y la compra de dispositivos duraderos.¿Qué es la obsolescencia programada?De acuerdo con la Profeco, la obsolescencia programada consiste en el diseño de productos con una vida cuya utilidad es limitada, obligando a las personas a reemplazarles con versiones nuevas, orillando a los consumidores a gastar con más frecuencia. Los dispositivos electrónicos y electrodomésticos son los más afectados. Existen varios tipos:Física: materiales frágiles o piezas que fallan.Estética: diseño que se vuelve anticuado.Funcional: incompatibilidad con nuevas tecnologías.Indirecta: falta de refacciones o soporte técnico.Percibida: la presión social o marketing hace creer que el producto ya no sirve.¿Cuáles son las consecuencias?De no realizar un correcto desechado o reciclado de los dispositivos obsoletos, estos se convierten en basura electrónica, liberando sustancias tóxicas que contaminan el suelo, el agua y el aire, afectando la salud de las personas y los ecosistemas.Además, su producción y desecho generan emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático. De igual manera, se provoca un consumo excesivo de recursos naturales no renovables, como metales y plásticos, que se extraen y procesan para fabricar nuevos dispositivos.Todo esto acelera el agotamiento de materias primas y aumenta la huella ambientar causada por la industria tecnológica. Existen varias formas de mitigar estos impactos, entre ellas, fomentar la educación ambiental, fomentar la cultura del reciclaje y promover políticas públicas que regulen la vida útil de los productos electrónicos. Prologar la vida útil de los productosLa alargascencia, también conocida como obsolescencia alargada o sostenible, es un movimiento sociocultural que promueve la prolongación de la vida útil de los productos, evitando la sobreexplotación de materias primas, disminuyendo costos a largo plazo y optimizando el uso de recursos naturales.Para poder aplicarla de manera correcta y contribuir a un modelo económico más sostenible, se pueden hacer las siguientes recomendaciones:Productos duraderos: Prioriza equipos con buena reputación en cuanto a durabilidad y calidad.Recicla y dona: Los dispositivos obsoletos que ya no uses puedes llevarlos a puntos de reciclaje autorizados o incluso puedes donarlos a organizaciones benéficas, esto permite que otros aprovechen y la basura electrónica disminuya. Segunda mano: Vende los equipos que todavía funcionan en mercados de segunda mano, fomentando la reutilización y generando un beneficio económico adicional.Recuerda siempre proteger tus datos personales, antes de vender, donar o reciclar, elimina toda la información personal y restaura los dispositivos a valores de fábrica para garantizar tu privacidad.LO