La dureza de José Escolar se apodera de las ilusiones de los novilleros en Villaseca de la Sagra

No fue el debut más deseado pero sí el más esperado de José Escolar en Villaseca. Un encierro variado que generó peligro, emoción y algunos buenos momentos aislados en los dos primeros ejemplares, los más agradecidos de una novillada de muy buena presentación que puso las cosas muy complicadas a una terna que, con más defectos que virtudes, puso voluntad y disposición a un asunto tan complicado como reflejó la ficha: seis sepulcrales silencios. Diego Bastos puso la emoción que le faltó a la tarde frente al cuajado sexto. A la puerta de toriles fue a recibirlo, salvando con ajuste el lance antes de ser desarmado. Durante la lidia, el novillo ya mostró las dificultades que iba tener, pero Bastos optó por no darle la espalda y arrancarle los pases. Tuvo emoción la faena en proporción al peligro de esta, destacando algún derechazo obligado que captó el público. La espada diluyó lo poco conseguido.   Su faena frente al tercero tuvo también esa disposición necesaria para enfrentar a un utrero que medía mucho, atacándole por ambos pitones en busca de alguna reacción de novillo y público. Borja Ximelis dio una versión dispar a lo largo de toda su tarde . Bien anduvo con el primero, un ejemplar de José Escolar con opciones que arrastró al caballo hasta el burladero de matadores. Banderilleó Ximelis con más efectividad que lucimiento y la faena tuvo, por momentos, buen tono debido a la condición del de Albaserrada. Con el cuarto fue distinto. El intento de lucirlo en varas y en banderillas jugó en contra de otro interesante ejemplar , que tornó su condición a peor por el exceso en la lidia, degenerando en una faena a la deriva y sin casi lucimiento. El fallo con el acero tampoco ayudó. Mario Arruza naufragó con un segundo que también apuntó buenas condiciones en la lidia, protagonizando otro buen tercio de varas. El de José Escolar mantuvo el interés por los buenos apuntes que ofreció pero el conquense no terminó de confiarse con él en ningún momento y la faena no subió. Con el quinto también pasó un rato complicado . La seriedad que imponía y las complicaciones que marcó desde su salida no le permitieron al manchego sacarle ningún provecho, desbordado ante el peligro del utrero. El acero deslució todo aún más. Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Dos tercios de entrada. Novillos de José Escolar, muy bien presentados aunque de complicado juego en su conjunto. Una novillada dura con el apunte de dos novillos -primero y segundo- con más opciones. Borja Ximelis (azul marino y oro): silencio y silencio. Mario Arruza (sangre de toro y oro): silencio y silencio. Diego Bastos (verde oliva y oro): silencio y silencio.