Hace ya más de una década que los juzgados vigueses estrenaron el sistema de grabación de vistas bautizado con el nombre de «eFidelius». Un programa informático dotado de firma digital que supuso un histórico cambio en el día a día judicial ya que fue el impulso definitivo para que los letrados de la Administración de Justicia dejasen de pasar mañanas enteras en las salas de vistas: la aplicación ya digitaliza y graba el audio y las imágenes de los procesos para su incorporación al expediente judicial electrónico, de manera que la presencia física de estos profesionales, salvo situaciones muy excepcionales, dejó de ser una obligación como antaño. Pues bien, este sistema ha jugado una mala pasada en la Ciudad de la Justicia en plena vuelta al curso judicial. Los problemas surgidos tras la instalación de una nueva versión del mismo han obligado a suspender juicios en varias salas de vistas o a celebrarlos con retraso o buscando soluciones alternativas. Las dificultades también afectaron a otras diligencias como las tomas de declaraciones tan habituales en los juzgados de Instrucción.