El testimonio de una madre malagueña con doce hijos sobre cómo afrontar la vuelta al cole: "Cuando me ven llorar..."

Si algún productor o guionista de Hollywood conociera la historia de María y Álvaro, ya la habrían llevado a la gran pantalla. Como en las películas, María y Álvaro se conocieron y se juraron amor eterno. Amor y complicidad eterna, como la que han ido desarrollando para criar a once hijos y la que está a punto de nacer. Sabemos que es niña, pero "somos un desastre con los nombres y los cambiamos a última hora, todavía no sabemos si será Manuela, Candela o cualquier otro", dice María en los micrófonos de COPE Málaga. La malagueña María, embarazada de su duodécimo hijo, ha contado en COPE cómo es el día a día de una familia numerosa que combina adolescentes, primaria, infantil y hasta un bebé en casa. Su relato, cargado de realidad, emoción y también de humor, es un auténtico ejemplo de organización y de improvisación, porque en muchas ocasiones tienen que tirar de eso... de improvisación. María está de seis meses de embarazo y espera una niña que nacerá en plenas fiestas: “Si Dios quiere, será nuestro regalo de Navidad”, confiesa entre risas. Mientras tanto, convive con once hijos que van desde la mayor, una adolescente de 14 años, hasta la pequeña de apenas un año. “Muchas veces me lío con los nombres, pero las edades las voy reteniendo, gracias a Dios”, explica con naturalidad. En su casa, el arranque del curso se prepara con antelación. La tarde antes todo queda listo: mochilas, uniformes y desayunos organizados. Y, aunque reconoce que el caos es inevitable, hay algo que siempre ayuda: “Nuestros hijos vuelven con mucha ilusión a su cole, y eso hace que el primer día todo fluya mejor. Aunque luego sí que se complica y las mañanas suelen ser más caóticas”. Aun así, el despertador suena temprano: “Intento levantarme a las seis y media para tener un rato de silencio antes de empezar. A las siete ya estamos Álvaro y yo listos para ponernos manos a la obra”. María podría jugar a idealizar la vida de una familia numerosa, pero es una mujer natural con los pies en este mundo, por eso reconoce que no siempre es fácil y que a veces llega al límite: “Hay veces que no puedo más, incluso me han visto llorar. Y entonces pasa algo increíble... los adolescentes recogen la casa en silencio y lo hacen todo sin que nadie lo pida”.  Es solo un ejemplo de cómo, en una familia numerosa, la solidaridad se convierte en el mayor apoyo. La logística también es un desafío. En casa hay dos baños para los niños y uno pequeño en el recibidor. Pero aun así, reconoce entre risas: “Al final acaban todos en el aseo pequeño”. La comida y la cena se organizan por menús semanales que cuelgan en la nevera: “Nuestra comida suele ser la cena del día anterior de los que comen en el cole. Así ya tenemos algo hecho y nos organizamos mejor”. La cena se hace por turnos: primero los más pequeños, luego los mayores. “Me encantaría que todos pudiéramos sentarnos juntos, pero de momento sobrevivimos así”. María reconoce que no siempre es fácil: “Lloro mucho porque estoy agotada, pero siento que ellos me cuidan también a mí. Muchas veces pienso qué habría sido de mí sin esta familia”. Con un marido que describe como “maravilloso” y unos hijos que ya muestran cierta autonomía, esta madre malagueña asegura que la clave es encontrar el equilibrio entre organización e improvisación: “Nosotros somos un poco desastrosos, pero unidos. Y eso lo compensa todo”. Con once partos a sus espaldas y un nuevo embarazo en el que está inmersa la familia, María reconoce entre risas que ya es una cara conocida en el hospital. “Paso apuro, de verdad, me da como un poco de vergüencilla porque ya me van conociendo. Me dicen 'bueno, María, hasta el año que viene'", cuenta divertida. Una anécdota que refleja cómo la maternidad forma parte inseparable de su vida cotidiana y cómo incluso en los momentos más rutinarios sabe encontrar el humor. Si has escuchado su testimonio (lo puedes hacer pinchando en el audio que acompaña la foto de María y Álvaro) seguro que habrás llegado a la conclusión de que María es una heroína y, probablemente, habrás llegado a la conclusión de que la vuelta al cole en tu hogar es algo más tranquila que en casa de María y Álvaro.